El líder de la mayoría de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, rechazó que la reforma a la Ley de Hidrocarburos se trate de una “nacionalización disfrazada”.

Por el contrario, dijo, busca “ordenar el sector, con mayores controles en el otorgamiento de permisos”.

El también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado aseveró que no se trata de una “expropiación”, sino de tener un marco legal claro y eficiente para asegurar que las empresas que incumplan la ley no evadan sus responsabilidades.

Dijo que se estima que mil 700 pipas diarias de combustible se contrabandea a través de tres aduanas en Tamaulipas, y que el daño a la Hacienda Pública por evasión fiscal se estimaba, en ese entonces, en 200 mil millones de pesos al año.

Este mercado ilícito de combustibles, comentó el senador, representa un ingreso de 20 mil millones de dólares anuales a diversas organizaciones criminales.

Por ello, el objetivo de la iniciativa es que Pemex se fortalezca, y que toda la gasolina que se consume en México sea procesada en el país. Además, agregó que se busca que no haya aumento a los precios del combustible.

El legislador recordó que, el pasado 26 de marzo, el Ejecutivo Federal envío al Congreso la iniciativa para reformar los artículos 52, 53, 56 y 57 de la Ley de Hidrocarburos, la cual fue turnada a las Comisiones unidas de Energía y de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, para su análisis.

Monreal Ávila detalló que la propuesta plantea que las empresas que quieran un permiso de distribución deberán contar con la capacidad de almacenamiento instalada que determine la autoridad.