A la serie de preocupaciones que han manifestado distintos sectores económicos y políticos de los Estados Unidos por la reforma judicial que se debate en México, se sumó este jueves un grupo de congresistas que pidieron a la representante comercial de la administración Biden, Katherine Tai a quien le pidieron revisar con el gobierno de México y su congreso que cualquiera de estas iniciativas que se debatan “no entren en conflicto bajo el Acuerdo Comercial Estados Unidos, México, Canadá (USMCA).
Afirmaron reconocer el derecho soberano de cada país de reformar sus leyes, sin embargo muchas de las reformas propuestas parecen comprometer el acceso de los inversores estadounidenses a un marco regulatorio estable, predecible e imparcial”.
Al mismo tiempo manifestaron su preocupación por las decisiones del gobierno de México de prohibir o limitar ciertos métodos de extracción o reducir la exploración de litio, restringir las operaciones y los permisos de electricidad, restringir las importaciones de maíz genéticamente modificado o abolir los organismos reguladores independientes.
Tales políticas socavarían la competitividad norteamericana y crearían un entorno desafiante para las empresas que buscan operar bajo las reglas del USMCA en México”.
Es imperativo que cada país socio respete la integridad del acuerdo”.
En la misiva piden a la USTR se comunique de inmediato con el Gobierno de México para que las preocupaciones expresadas por la parte norteamericana se atiendan de forma clara.
Aprovecharon para enviar un cuestionario a la embajadora Tai para que se responda a más tardar el 20 de septiembre donde se exponen las inquietudes sobre la posición de la Administración Biden-Harris sobre estas reformas relacionadas con los temas de energía, maíz, agencias reguladoras autónomas y reforma judicial.
Además, mientras nos preparamos para la revisión del T-MEC en 2026, es imperativo que cada país socio respete la integridad del acuerdo. Cualquier acción que contravenga las obligaciones del T-MEC creará dudas significativas sobre el compromiso con nuestros objetivos compartidos e inevitablemente hará que el proceso de revisión sea más difícil”, advirtieron.
También, cuál sería el impacto que estas reformas tendrían en las empresas estadounidenses y cómo se alinearían estas reformas con los compromisos de México en el tratado comercial.