La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México consideró a través de un informe, que es necesario que las autoridades del país generen una “política integral” más allá del mecanismo de protección existente para proteger a los periodistas.
“No basta con reforzarlo (el mecanismo) en términos presupuestales ni de funciones si no se construye una política integral de Estado. Es menester hacer algo más que no se ha hecho”, detalló el organismo, que publicó Diagnóstico sobre los alcances y retos del “Mecanismo de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas” y la necesidad de una política de estado para la protección a las personas defensoras y periodistas”, expusieron.
Para construir esta política integral, detalló la comisión, hay algo que se puede y debe hacer pero que no se ha materializado hasta el momento: una legislación que “responda” a la realidad.
De acuerdo a datos analizados y presentados por la CNDH en el informe aparece la cifra de 49 homicidios a periodistas entre diciembre de 2018 (cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó posesión) y diciembre de 2021.
Además, en el sexenio anterior se contabilizaron 161 asesinatos de defensores de la tierra, “cifra que convirtió a México en uno de los países más peligrosos del mundo para defensores del medioambiente”.
“Y en lo que va de la actual administración, suman 94 defensores de derechos humanos asesinados, mismos que tienen su origen en el crimen organizado, la impunidad imperante y la falta de una cultura que dimensione la importancia que tiene su labor, entre otros factores”, añadieron.
En México existe el Mecanismo de Protección de Defensores Humanos y Periodistas, que proporciona medidas como un botón de pánico, patrullaje o vigilancia a sus beneficiarios.
Aunque en varios casos, este mecanismo federal -u otros de carácter estatal- no han servido para salvar la vida del periodista.
“Es bueno ofrecerles a las personas periodistas y defensoras amenazadas medidas de protección, guardias de protección, un botón de pánico, etc. Sin embargo, lo fundamental es revertir el contexto violento y amenazante que obliga a su protección y eliminar las causas de las ayudas extraordinarias, meramente coyunturales para reconstruir la paz, haciendo justicia y eliminando la impunidad”, consideró la CNDH.
Por todo lo anterior, analizaron, resulta imprescindibles abordar la problemática de violencia hacia la prensa considerando asuntos como “”el papel que juegan el crimen organizado, los intereses locales creados o la regionalización de cada problema”, para así buscar “medios e instrumentos” que permitan al estado garantizar la seguridad de los comunicadores y aquellos que reciben ataques con el fin de coartar su libertad de expresión.
Con estos elementos, la Comisión considera necesario que los municipios y entidades federativas asuman sus obligaciones que con base en la Constitución y en los Tratados Internacionales les corresponden.
“En suma, no basta con que el Mecanismo de Protección se reforme en su funcionamiento, incluso elevando su presupuesto, si las condiciones estructurales que permiten que personas periodistas y defensoras sean amenazadas persisten”, terminó el organismo.