En la comunidad de Doxey, de este municipio, la celebración del Día de Muertos no sólo es una oportunidad para recordar a sus seres queridos, sino también para aliviar la economía de la región.

Esta temporada, cientos de hectáreas son sembradas con flor de cempasúchil, la flor con que la cultura mexicana ilumina el camino de los que, se cree, retornan a sus hogares.

Por ello, los campos de Doxey se tiñen de un intenso color naranja que es visible desde cualquier punto del camino; además, los lugareños colocaron catrinas de tres metros para que el lugar tenga mayor colorido, aunque recién la noche del jueves una de estas esculturas fue incendiada por desconocidos.

Esto no ha desanimado a la población, señaló Jorge Luis Vargas, uno los productores de la región, quien señaló que este año se espera un repunte de las ventas, toda vez que las anteriores anualidades, por la pandemia sanitaria de covid-19, sus ventas fueron prácticamente nulas, pues las autoridades no permitían el ingresó a los panteones.

El productor añadió que por ello este año se reactivó el Festival de la Flor de Muertos de la comunidad, que llegará a su quinta edición, con lo que pretenden atraer turismo a esta región azotada por el huachicoleo.

El festival se lleva a cabo este fin de semana, 29 y 30 de octubre y se realizarán actividades artísticas y culturales, como teatro, ballet, presentaciones de chelo y violín, guitarrista profesional y banda de ska, así como de una muestra gastronómica y de curados de pulque.

Finalmente, el festival cerrará hoy con actos circenses, ballets y norteño.