Tres días después de que el Presidente Donald Trump amenazó con aranceles a México si no cubría su adeudo de agua con Estados Unidos, las extracciones de la Presa La Amistad, localizada en esta ciudad fronteriza, se dispararon 600 por ciento.

Lo anterior, a pesar de que el embalse está en un nivel crítico y es esencial para la población no sólo de Ciudad Acuña, sino además de Piedras Negras.

Autoridades municipales y estatales de Coahuila urgieron a la Presidenta Claudia Sheinbaum a frenar la salida extraordinaria de agua, cuyo uso en Texas sería para agricultura.

El Alcalde de Acuña, Emilio de Hoyos (UDC-PRI), detalló que la extracción pasó de 18 mil litros por segundo a 120 mil litros por segundo, y que así se mantendría hasta el 23 de abril; además subrayó los riesgos, pues la presa tiene apenas un 12.7 por ciento de llenado, uno de sus niveles históricos más bajos, y podría caer por debajo del 10 por ciento.

“El caudal de extracción ha aumentado de forma alarmante. De continuar, podría representar un daño irreparable, amenaza directamente el abasto de agua para nuestra gente”, alertó De Hoyos, que ganó la Alcaldía con una alianza entre el partido Unidad Democrática de Coahuila y el PRI.

Según cifras de la Conagua, la Presa La Amistad, ubicada en el afluente del Río Bravo en la frontera con Texas, tenía más de 40 por ciento de almacenamiento en abril del 2022, pero su nivel se desplomó por la sequía.

El jueves, Trump amagó con aranceles si México no liquidaba su adeudo de agua con EU, a lo que Sheinbaum respondió, sin dar detalles, que ya había negociaciones y que habría una entrega “inmediata” a Texas.

El Gobernador de Coahuila, el priista Manolo Jiménez, respaldó ayer a De Hoyos e informó que inició contactos con la Conagua y las secretarías de Agricultura y Gobernación.

Aunque ninguna autoridad federal se pronunció, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) confirmó en una alerta las extracciones a la presa.

Las presas La Amistad y Falcón, en Tamaulipas, son los embalses binacionales que tradicionalmente usa México para pagar sus obligaciones de agua con Texas contraídas en el tratado de 1944, pero en los últimos años han sido golpeadas por la falta de lluvias.

Hasta anoche, no se reportaban extracciones extraordinarias de la Presa Falcón, que tenía un 8 por ciento de llenado.

Ante la crisis en ambos embalses, México firmó en noviembre la llamada Minuta 331, con la que abrió la puerta a usar el Río San Juan, donde se ubican las presas Marte R. Gómez, en Tamaulipas, y El Cuchillo, principal fuente de agua para consumo humano del área metropolitana de Monterrey, para abonar a EU.

El Gobernador morenista de Tamaulipas, Américo Villarreal, ha protestado públicamente por ese acuerdo, pero el de Nuevo León, el emecista Samuel García, no se ha pronunciado.