La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) advirtió que las mayores presiones en los precios de alimentos tienen “altos costos sociales” y podrían afectar las expectativas de inflación, según reveló este jueves la minuta del banco central sobre su última reunión.
“Las mayores presiones en los precios de alimentos tienen altos costos sociales y podrían afectar las expectativas de inflación de las familias, lo cual aceleraría la dinámica inflacionaria aún si los precios del resto de las mercancías se comportaran mejor”, dijo un miembro de la Junta.
Relató que los aumentos en los precios de los alimentos a nivel global “han generado un sesgo negativo en la inflación del país”.
La minuta se difundió el mismo día en el que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que la inflación general anual se ubicó en 7.45 por ciento en marzo, su nivel más alto desde 2001 y ligeramente por encima de las expectativas.
La mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico comentaron que la inflación sigue estando “fuertemente presionada por factores globales asociados a la pandemia” y que ello se ha reflejado principalmente en el componente de mercancías, que incluye los alimentos.
No obstante, coincidieron que los indicadores disponibles sugieren que “la reactivación económica podría haberse reanudado a inicios del 2022”, aunque la mayoría estimó que “la recuperación sigue siendo gradual, incompleta y heterogénea entre sectores”, indicó el texto
La minuta corresponde a la reunión del 24 de marzo en la que Banxico elevó, por unanimidad de sus miembros, la tasa de interés a 6.5 por ciento.
Banxico elevó el mes pasado la tasa de interés por séptima ocasión consecutiva, destacando mayores riesgos para la inflación debido al conflicto entre Rusia y Ucrania.
El reto del banco central ha sido subir las tasas para afrontar la inflación mientras México padece un estancamiento, con un crecimiento preliminar de 4.8 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2021, por debajo de la expectativa de 6 por ciento que esperaba el Gobierno tras la contracción histórica de 8.2 por ciento en 2020.
En la minuta, la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno reconocieron que las expectativas de inflación para el 2022 y 2023 se incrementaron.
Todos mencionaron que las expectativas de largo plazo se han mantenido estables en niveles superiores a la meta de Banxico, que es de 3 por ciento.