Los albergues Senda de Vida Uno y Dos ubicados en Reynosa, Tamaulipas, ya están saturados. Sin espacio para recibir a un migrante más, se convierten en el reflejo de la crisis migratoria en el norte.
De acuerdo con Imagen Noticias, con Ciro Gómez Leyva, Senda de Vida Uno tiene capacidad para albergar a mil 600 personas, en tanto Senda de Vida Dos, que fue construido hace menos de un año, tiene cerca de 4 mil migrantes, la mayoría de ellos provenientes de Haití. Sin embargo, ya no hay espacio para nadie más.
Héctor Silva de Luna, Director de Senda de Vida mencionó que “los albergues ahorita están al rebasar” y pese a que continúan llegando familias “lamentablemente los albergues ya están saturados”.
Los migrantes que alcanzaron lugar en estos albergues viven hacinados en casas de campaña y solo unos cuantos alcanzaron lugar en casas de madera donadas por una iglesia. Los migrantes habitan prácticamente en dos campamentos improvisados en terrenos ubicados a solo unos metros del Río Bravo.
El director de los refugios explicó que la aplicación que lanzó Estados Unidos para que los migrantes realicen su trámite de asilo no ha funcionado bien, pues presenta fallas, lo que provoca que los migrantes se queden en Reynosa para esperar por una oportunidad para cruzar la frontera. Héctor Silva, agregó que actualmente entre 70 y 80 migrantes cruzan diario a Estados Unidos, pero hay 14 mil más repartidos entre los albergues, casas particulares y las calles de la ciudad.
“El número está muy avanzado, la ciudad o la frontera de Tamaulipas está ingresando o está llegando muchas familias migrantes”, dijo Silva de Luna.
Esperan entre tedio y rechazo
Comerciantes y vecinos del parque Giordano Bruno, en la colonia Juárez de la CDMX, reportan pérdidas de hasta por 200 mil pesos y cancelación de contratos de renta ante la baja afluencia de clientes debido al campamento de migrantes instalado en los alrededores desde hace tres semanas.
“Es una situación difícil para ellos, una condición que no se le desea a nadie, pero nosotros que tenemos negocios ha sido muy complicado porque no hemos podido abrir. Ya tenemos que terminar nuestro contrato porque las condiciones en las que nos encontramos no son viables para dar servicio”, dijo Antonio Santaella.
Los comerciantes aseguran que entre trabajadores, proveedores y dueños, 50 personas están afectadas por cada negocio.
“Cada vez llegan más, está más cargado de gente y no tienen las condiciones necesarias para poder estar aquí, las autoridades están rebasadas. Los ves buscando baños por todos lados y las condiciones de higiene no son las más apropiadas”, dijo un vecino.
Mientras esperan a ser atendidos en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, ubicada en la calle de Versalles, los migrantes juegan con sus hijos, se tiran al sol o aprovechan para cortase el cabello, labor que realiza otro migrante.
La afluencia de personas disminuyó ayer, pues de acuerdo con algunas versiones, un grupo accedió a ser trasladado a un albergue habilitado en la alcaldía Tláhuac.