Las más de 300 lenguas indígenas y 68 familias lingüísticas de México terminarán desapareciendo en un plazo de unos cien años si el Estado no decide invertir “en mantenerlas vivas”, según la lingüista y académica hispano-mexicana Concepción Company.
Las lenguas indígenas no existirán en el plazo de un siglo porque las familias mexicanas abogan por enseñar idiomas como el inglés, asociados a mayores oportunidades de empleo en el futuro y, por ende, a una mejor calidad de vida, subrayó la lingüista, según informó la Universidad de La Laguna.
Company participó en el Campus América 2022, que organiza esa universidad canaria, donde impartió la conferencia “El español de México hoy. Lengua, historia y cultura”.
“Las lenguas indígenas tienen un futuro negativo ya que no existen políticas que cuiden al mundo indígena y que apuesten por la continuidad de su patrimonio identitario”, lamentó.
La lingüista confió en que sus colegas de profesión “logren realizar las gramáticas de todas estas lenguas para, de alguna manera, conservarlas antes de que desaparezcan”.
Durante su intervención en Campus América, Concepción Company repasó los principales hechos históricos que provocaron el surgimiento de la lengua mexicana, relacionados directamente con el cambio de dinastía en España de Austrias y Borbones a mediados del siglo XVIII.
“Podríamos decir que, en ese momento histórico comenzamos a ser mexicanos, una relación de hitos que construyó un lenguaje caracterizado por ser cortés, hospitalario y cercano”, explicó.
Al respecto, la lingüista destacó “el excesivo uso” de diminutivos, posesivos y la atenuación del lenguaje como algunos de los factores que diferencian al español que se habla en territorio mexicano.
Las áreas de investigación de Compay se centran en la teoría del cambio lingüístico, la sintaxis histórica del español, la filología, la variación lingüística y la ecdótica.
Concepción Company es investigadora emérita del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y, tras ser elegida miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua en 2004, es presidenta de la Comisión de Lexicografía de dicha institución.