Jesús Murillo Karam fue el artífice de un montaje llamado “verdad histórica” en el caso Iguala, pues en forma premeditada ordenó alterar y manipular evidencias y desviar líneas de investigación, contribuyendo a ocultar el paradero de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014.
Así lo afirmó la Fiscalía General de la República (FGR) al formular la imputación por los delitos de tortura, desaparición forzada y contra la administración de la justicia contra Murillo Karam, quien anoche se convirtió en el primer ex Procurador de la República en ser encarcelado.
“Usted presentó una versión de la verdad histórica de los hechos que frustró y desvió otras líneas de investigación, contribuyendo al ocultamiento del paradero de los 43 normalistas”, dijo Lidia Bustamante Vargas, fiscal del caso en la audiencia inicial en la que el ex funcionario fue imputado.
“Usted ordenó ocultar el paradero de los estudiantes por 5 aspectos: uno, por su responsabilidad directa en la investigación; dos, por su actuar como superior jerárquico de Tomás Zerón de Lucio; tres, por el control que tenía usted sobre los detenidos en sus instalaciones; cuatro, por el control de la escena del crimen y de las evidencias halladas en el lugar de los hechos; y cinco, por el modus operandi como superior jerárquico y su falta de debida diligencia”.
Lo que la Fiscalía llama peyorativamente “verdad histórica”, frase tomada de una conferencia de prensa de Murillo Karam, es la versión de que los estudiantes fueron detenidos por agentes municipales de Iguala, Cocula y Huitzuco, y entregados a Guerreros Unidos, quienes los incineraron en el basurero de Cocula y luego trasladaron los restos al río San Juan.
La FGR sostuvo que la tortura y los delitos contra la administración de la justicia imputados a Murillo Karam, entre los que se incluyen la siembra, manipulación y desaparición de evidencias, ocurrieron entre el 6 de octubre de 2014 y el 27 de enero de 2015, mientras que la desaparición de los estudiantes es un ilícito continuado desde el 26 de septiembre de 2014 a la fecha.
De acuerdo con la fiscal Bustamante, la construcción de una versión paralela de los hechos, la “verdad histórica”, tuvo tres finalidades.
Frenar la percepción ciudadana que había sobre Murillo Karam y que cesara la movilización social por la indignación que ocasionó la desaparición de los estudiantes; pero también, debilitar políticamente a los padres de los normalistas, dando a conocer avances relevantes de la investigación dos días antes de que se reunieran con el Presidente Enrique Peña Nieto, el 29 de octubre de 2014.
La fiscal reveló que hay tres testimonios clave en la investigación contra Murillo Karam y Tomás Zerón de Lucio, ex jefe de la Agencia de Investigación Criminal, a quien señaló como el ejecutor de las ilegalidades del ex titular de la otrora PGR para ajustar una versión concluyente sobre la indagatoria de los desaparecidos.
Uno de esos testimonios, el de Mercedes Doretti, integrante del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), apunta contra el ex funcionario que desde anoche duerme en el Reclusorio Norte.
La fiscal dio detalles de la declaración rendida el 31 de diciembre de 2021 por Doretti, quien narró a la Fiscalía que la mañana del 27 de octubre de 2014 viajó con Murillo Karam en un helicóptero a la zona donde ocurrieron los hechos.
En el sobrevuelo sobre el río Cocula, el entonces Procurador le comentó que en ese sitio seguramente iban a encontrar restos de los estudiantes, como si ya supiera de información que no habían obtenido y que oficialmente proporcionarían cuatro detenidos hasta el día siguiente.
El hecho es que ese mismo día por la tarde, a las 16:00 horas, Murillo Karam dio una conferencia de prensa con Zerón en la sede de la PGR y dieron a conocer la captura de cuatro presuntos integrantes de Guerreros Unidos que confesaron haber recibido y vigilado el traslado de los 43 normalistas, la noche en que fueron plagiados.
Aunque no mencionó los nombres de los detenidos, se trataba de Jonathan Osorio Cortés, “El Jona”; Patricio Reyes Landa, “El Pato”; Darío Morales Sánchez, “El Comisario”, y Agustín García Reyes, “El Chereje”.
Al día siguiente, Zerón trasladó a “El Chereje” desde la Ciudad de México al río San Juan para una diligencia de inspección que las autoridades califican de ilegal, porque no estaba autorizada por el Ministerio Público y el detenido no tenía abogado.
El 29 de octubre, buzos de la Marina descubrieron en el río dos bolsas con restos de algunos estudiantes, entre los cuales se logró identificar plenamente un hueso del normalista Alexander Mora Venancio.
El testimonio de Doretti y lo sucedido en las 48 horas posteriores a que se subió al helicóptero con Murillo Karam, hacen suponer a los fiscales que el ex Procurador tenía planeado hallar evidencias que las mismas autoridades habrían manipulado.
Otro hecho de gravedad imputado a Murillo Karam es que supuestamente conoció y consintió las torturas de las que fueron víctimas los cuatro detenidos el 27 de octubre de ese año.
Según la FGR, Murillo Karam habría usado en la rueda de prensa de esa fecha la información que proporcionaron los 4 torturados, cuando formalmente fueron puestos a disposición del Ministerio Público después de las 22:30 horas y rindieron su declaración ministerial hasta el día siguiente.
Además, el 7 de noviembre de 2014 Murillo Karam ofrecería otra conferencia de prensa en la que presentaría nuevos avances, con base en un video de “El Chereje” en el que ahora la Fiscalía asegura que fue grabado bajo torturas.
Según la fiscal Bustamante, Doretti declaró que ese 7 de noviembre el entonces titular de la PGR le pidió que le ayudara a redactar un informe para la conferencia en el que se insistía en que los huesos hallados en el río San Juan estaban relacionados con las evidencias encontradas en el basurero de Cocula, y la antropóloga argentina no aceptó.
A pesar de que los delitos imputados al hidalguense son penados en conjunto con 54 y hasta 90 años de prisión, esas conductas no prevén la prisión preventiva de oficio.
No obstante, anoche el juez Marco Antonio Fuerte Tapia le dictó la prisión preventiva justificada, en el interior del Reclusorio Norte.
Testigos colaboradores
La FGR también dio a conocer que dos de los testimonios rendidos en el expediente contra Murillo Karam provienen de testigos colaboradores que recibieron un criterio de oportunidad, aunque no mencionó imputaciones directas contra el ex Procurador.
Se trata de Bernardo Cano Muñozcano, ex secretario particular de Zerón en la AIC, y Érika Ramírez Ortiz, ex agente del Ministerio Público federal de la Unidad Antisecuestros de la entonces SEIDO.
De acuerdo con Bustamante, Cano videograbó las sesiones de interrogatorios y presuntas torturas a los sospechosos de pertenecer a Guerreros Unidos y proporcionó todas las grabaciones a la Fiscalía del caso.
“Dichas entrevistas eran irregulares, por no estar presente un defensor y que en ese momento pensé que era regular, pero ahora entiendo que me engañaron. Estaba el Ministerio Público, verdaderamente creía que estábamos haciendo algo bueno para llegar a la verdad”, dijo el testigo colaborador, según la fiscal.
Uno de los episodios que narró fue una reunión ocurrida el 7 de octubre de 2014 en Iguala entre mandos federales y estatales, encabezada por Murillo Karam.
En ese encuentro estuvieron Zerón; Gualberto Ramírez Gutiérrez, ex coordinador Antisecuestros de la SEIDO; el ex delegado de la PGR en Guerrero, José Luis Martínez Pérez; el ex jefe de la Policía Federal Ministerial, Carlos Gómez Arrieta – ya procesado-; y Omar García Harfuch, por aquellas fechas delegado de la Policía Federal en Guerrero y luego en Michoacán.
Apenas dos días antes, el 5 de octubre, la FGR había ejercido la facultad de atracción del caso Iguala, que en un principio indagaba la Fiscalía de Guerrero.
El testigo colaborador declaró que cuando llegó a la reunión el Gobernador Ángel Aguirre, les pidieron retirarse a la mayoría de los funcionarios y sólo se quedaron los mandos. Él fue uno de los que salió.
Ayer en la audiencia, Bustamente manifestó que en ese encuentro se habría empezado a planear una estrategia de actos ilegales como las capturas de los cuatro hombres que luego habrían sido torturados, entre otros.
En el caso de Érika Ramírez, rindió su testimonio el 6 de agosto de 2021 y relató que el 27 de octubre de 2014 llegaron detenidos “El Pato”, “El Jona”, “El Comisario y “El Chereje”.
En esa ocasión su superior Gualberto Ramírez Gutiérrez, ex coordinador Antisecuestros de la SEIDO, le dijo: “¿Cómo vamos a acuadrar esto?”.
La agente del MP dijo que Ramírez Gutiérrez le pidió registrar por escrito la recepción de una llamada anónima, pero con fecha del 25 de octubre, en la cual se señalara a algunos supuestos integrantes y cómplices de Guerreros Unidos, entre ellos a “El Pato”, quien ya estaba en ese momento en los separos de la SEIDO.
El documento sirvió como antecedente para que la fiscal emitiera un mandamiento ministerial para que dos agentes de la Policía Federal Ministerial viajaran a Iguala a levantar un informe sobre Guerreros Unidos.
Estos agentes rindieron su informe con fecha 26 de octubre de 2014, detallando el organigrama del grupo criminal, e identificando plenamente a los cuatro detenidos.
Es decir, cuando “El Chereje” y compañía fueron capturados, la SEIDO fabricó documentos con fechas previas y actuaciones presuntamente inexistentes, con la finalidad construir una historia lógica que justificara la investigación que llevó a las detenciones.
Detuvo FGR por confusión a hermano de Murillo.-defensa
Previo a la captura de Murillo Karam, la FGR y la Secretaría de Marina capturaron a uno de sus hermanos, confundiéndolo con el ex titular de la PGR, aunque casi de inmediato los agentes corrigieron el error.
El abogado Javier López García dijo en la audiencia de imputación que Murillo Karam salió de su residencia de Montañas Calizas, en las Lomas de Chapultepec, cuando su hermano había sido detenido por equivocación.
“Él sale a enfrentar (a la FGR y la Marina) para enfrentar el proceso, porque previamente habían detenido a su hermano y lo habían confundido con él”, dijo el defensor.