A un año de la explosión que le cambió la vida, Thalía sigue luchando por justicia, le han practicado 15 cirugías, en el 55 por ciento de su cuerpo que resultó con quemaduras de tercer grado.
Aquella tarde del verano de 2023, Thalía regresó a su domicilio en la calle Ricardo Salazar Ceballos de la Ciudad de Matamoros, sin saber lo que ocurriría.
Le bastó con entrar a su hogar y luego cerrar la puerta para que todo explotara.
Los peritajes efectuados como parte de la investigación que realiza la Fiscalía Local, señalan que la causa de la explosión fue el acumulamiento de gas.
Lo extraño es que Thalía no tenía tanque de gas en su domicilio, pues usaba estufa y boiler eléctricos, sin embargo, a 60 centímetros de la banqueta de su hogar, pasa una línea de gas de la empresa ENGIE que se deslindado totalmente de la tragedia.
Su hermano Salvador Martínez, ha alzado la voy y ha hecho su propia investigación de la tragedia y no tiene duda, ENGIE es el responsable de que su hermana de solo 37 años de edad, con tres pequeños que sacar adelante, hoy tengan una recuperación altamente dolorosa y costosa, solo por el incumplimiento de las normas de seguridad de una empresa que se niega a aceptar su responsabilidad.
“Hacemos un llamado a la empresa ENGIE para que se haga responsable de las víctimas por la sobreviviente en este caso, en vista que en el caso de la explosión del SEVEN han utilizado recursos legales para no hacer y es lamentable que tengamos que recurrir a tribunales para exigir que una empresa sea socialmente responsable”.