La intensa movilidad decembrina comenzó con retrasos significativos en la carretera Victoria–Matamoros, donde largas filas de vehículos mantienen atorados a miles de personas desde temprana hora.
El punto más crítico se ubica en el retén instalado en la zona conocida como La Y de San Fernando, donde la revisión vehicular ha generado un cuello de botella que, según automovilistas, supera los diez kilómetros en dirección norte–sur.
La llegada masiva de connacionales —que este fin de semana incrementó de manera notable— enfrenta su primer obstáculo en este retén, ubicado en el kilómetro 202 de la carretera federal 101. La saturación es tal que el avance se vuelve intermitente, provocando desgaste y molestia entre quienes buscan llegar al interior de Tamaulipas u otras regiones del país.
A este embudo se suma un segundo problema: los trabajos de reparación del puente sobre el arroyo Chorreras, en el ejido Las Norias. La obra, que mantiene un carril reducido, generó este lunes y martes filas que también rebasaron los diez kilómetros, lo que multiplicó los tiempos de traslado.
Usuarios cuestionan la utilidad del retén de La Y, donde aseguran que no se realizan aseguramientos relevantes, pero sí se acumulan quejas por extorsiones y malos tratos.