Las playas de Tamaulipas podrían ser al mismo tiempo, en esta Semana Santa, una sólida opción para impulsar la reactivación económica y al mismo tiempo uno de los mayores peligros en materia de contagios de COVID-19.
En ese sentido, el Secretario de Turismo, Fernando Olivera Rocha, aceptó que existe un riesgo real de que los visitantes a esos paseos no acaten los protocolos sanitarios y por lo tanto, sin decirlo él directamente, que se genere un “disparo” de casos positivos.
En ese sentido, el funcionario resaltó que la prioridad es la salud sobre cualquier actividad, porque la pandemia permanece activa, por lo que se aplicará un operativo de vigilancia sumamente riguroso para que los paseantes se sometan a las disposiciones sanitarias.
Como uno de los efectos, admitió que esos protocolos complicarán el acceso a las playas y lo más seguro es que se retrase el ingreso. “Se aumentará la supervisión, se revisará vehículo por vehículo y eso va a requerir más tiempo, lo que seguramente generará lentitud y un mayor tiempo de espera”.
Como tema fundamental, el titular de Turismo estatal indicó que los visitantes deben olvidarse de querer “ganarle” a las autoridades en el ingreso clandestino de bebidas alcohólicas y dio a conocer que ya rebasan las 30 mil solicitudes de ingreso en la app oficial creada para ese efecto.