Nuevo Laredo, Tamaulipas.– La carga aérea reclama su espacio ante la creciente inseguridad que enfrentan transportistas en la carretera Monterrey–Nuevo Laredo, arteria clave del comercio exterior.

Transportistas denuncian robos constantes, violencia y abandono en la ruta que une a México y Estados Unidos.

“Ya no es miedo, es resignación”, expresó un operador desesperado.

Datos oficiales revelan que el Estado de México concentra 25% de los robos a transportistas, Puebla 21%, y San Luis Potosí 12%. La violencia afecta toda la ruta.

Nuevo Laredo moviliza 29.3 millones de toneladas anualmente.

Las importaciones representan 23.1 millones y las exportaciones 6.2 millones, según estadísticas del Gobierno Federal.

El Aeroclúster de Tamaulipas propuso la carga aérea como una alternativa viable, segura y eficiente para sustituir rutas terrestres expuestas a delincuencia y bloqueos carreteros.

“El transporte aéreo puede garantizar seguridad y rapidez.

Nuevo Laredo tiene potencial para desarrollarlo”, afirmó Raúl Llamas Cervantes, presidente del Aeroclúster, en foros del sector logístico.

En contraste, el Aeropuerto de Laredo, Texas, movilizó 208 millones de kilogramos de carga en 2023.

Mientras, el aeropuerto de Nuevo Laredo solo trasladó 30 mil kilogramos.

La diferencia evidencia una estrategia pendiente. Ambas ciudades comparten frontera, pero no política logística.

México no puede seguir postergando este desarrollo crucial para el país.

El Aeroclúster pidió concluir la plataforma de carga en el Aeropuerto Quetzalcóatl y establecer vuelos de carga hacia el AIFA, para fortalecer competitividad logística del noreste.

La inseguridad vial, el robo al tren y las pérdidas millonarias muestran que México debe voltear al cielo para proteger su economía y movilidad nacional.