Los pinos piñoneros que se encuentran en la región de Miquihuana, Tamaulipas, son un refugio para muchas especies de fauna, además de reunir en su entorno natural una importante fuente gastronómica y nutricional.
Lo anterior lo expuso la Dra. Claudia Cecilia Astudillo Sánchez, investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), en una conferencia virtual donde habló de la riqueza nutricional, ambiental y cultural de estas especies de pinos que se localizan en esta parte tamaulipeca de la Sierra Madre Oriental.

Especialista en ecología forestal y dendrocronología, Astudillo Sánchez impartió por la plataforma de Facebook de la UAT sus experiencias científicas mediante el tema titulado “Los pinos piñoneros de Miquihuana, Tamaulipas: un tesoro natural y gastronómico”.

En su ponencia, dijo que de las cien especies de pinos que existen en el mundo, cuarenta y seis se encuentran en México; y de estas, más de la mitad son endémicas del país.

Explicó que estas especies descienden de los bosques fríos y húmedos europeos, pero debido a un cambio en las condiciones ambientales se tornaron más secos, originándose los pinos piñoneros.

“Se trata de versiones más compactas, que por lo regular no superan los diez metros de altura”, indicó.
Dijo que en el área mencionada se encuentran el Pinus nelsonii y el Pinus cembroides, que producen semillas grandes y suculentas, atractivas para la fauna silvestre del lugar.

“En Miquihuana se encuentra el ‘abuelito’ de los pinos piñoneros, el Pinus nelsonii, que existe desde hace veintitrés millones de años, que no se parece a ningún otro; es totalmente singular, tan singular que requiere de áreas específicas, con condiciones ambientales particulares para poder crecer; es de área de distribución restringida y sus poblaciones son aisladas, por ello está en peligro de extinción”, indicó.

“El Pinus cembroides, que es el pino rosa, tiene en la tierra once millones de años, es de área de distribución amplia y es una especie tolerante a la sequía y a las heladas”, asentó.

Sostuvo que la importancia de los bosques de pino piñonero radica en que son el refugio de muchas especies de fauna, pero, además, los humanos también consumen sus frutos.

“El cembroides genera semillas que son comercializadas por los habitantes de Miquihuana, ya que contienen importantes cantidades de ácidos grasos esenciales, que ayudan a la circulación de la sangre. También contienen proteínas y carbohidratos. Pero también los piñones tienen fibra, tienen antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales”, puntualizó.

Agregó que desde hace años se ha estudiado a estas especies de pino piñonero en el área de Miquihuana, obteniendo datos que revelan importantes cambios climáticos que han impactado en el desarrollo de los ecosistemas.

La Dra. Claudia Cecilia Astudillo Sánchez es miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1; es doctora en Ciencias Agropecuarias y Recursos Naturales por la Universidad Autónoma del Estado de México, y colabora con el Laboratorio de Dendrocronología del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias en Durango y con la Universidad de Reino Unido.