Matamoros, Tamaulipas.- La porosa frontera entre Brownsville y Matamoros no cede ante el Operativo Espejo instaurado por autoridades migratorias de ambas naciones. Pese a las barricadas y esfuerzos de agentes de migración por detenerlos, los migrantes siguen cruzando, se lanzan desesperados al río.

Las autoridades locales estiman que hay unos 20 mil migrantes varados en ciudades fronterizas de Tamaulipas, la situación más crítica en la víspera de la cancelación del título 42 se vive en Matamoros.

Los esfuerzos por detenerlos son en vano para los agentes de migración, desde que amaneció, ya había grupos de 30 personas intentando llegar a Texas nadando, se lanzaban al Río por turnos cada media hora.

Los agentes de migración desde temprano hora peinaban la orilla del Bravo, hablaban con los migrantes, les leían los cambios en la politica migratoria de Estados Unidos y les advertían de las deportaciones para evitar que siguieran cruzando.

“A partir de la media noche del 11 de mayo, la politica del Título 42 termina, pero las autoridades estadounidenses procesarán, quiero que alguien lo vea porque van a creer que estamos inventando, procesarán y la única manera de entrar a los Estados Unidos es a través de una vía legal”, les explicaba una agente de migración.

Uno de los migrantes que cruzó el río el miércoles muy temprano le replicaba:

“Yo te pregunto cómo inmigrante, si yo me lanzo por el río o paso por el CBP One, dime que no me van a dar el mismo papel que me dieron a mí pasando por el río o el CBP One, es el mismo papel que te dan al final, al final de todo el que tiene suerte le van a dar el mismo papel del CBP One”.

Quienes consiguieron llegar a Texas, se sorprendieron, allá en territorio estadounidense los esperaban para deportarlos. Esto le sucedió a Karen Mendez y a su familia.

“Que no, que no se puede entrar que ya está cerrado, nada, no nos dejan entrar, no nos pudieron ayudar, nada que teníamos que devolvernos, que es mejor que nos devolvamos antes de que nos agarre la federal y nos devuelva, aunque estuviéramos con los niños”.

Después de un mes viajando desde Venezuela con cinco niños, Karen está destrozada, rompe en llanto luego de ser deportada y se queja del colapso de la aplicación CBP One, que los orilló a lanzarse al Río.

“Hemos intentando por la aplicación y nada, eso no sale, está colapsado”.

La aplicación dispuesta por el Gobierno de Estados Unidos para agilizar los trámites de asilo es inoperante, se quejan los migrantes que aseguran no quiere abrir la página, por eso se lanzan al Río Bravo. El miedo de perder la vida existe, pero no hay de otra, asegura Raúl Espinoza un venezolano que viaja con su esposa y sus hijos de 15, 11 y 2 años de edad.

“Todo se lo dejamos en manos de Dios, podría decirte vamos a intentar ahorita, estamos sacando la cita, estamos a intentándolo por todos lados, lo que salga primero”, precisa.

Quienes el miércoles intentan cruzar antes del vencimiento del Título 42 no se dan por vencidos pese a que los regresen, esperar el pase legal no es una opción.

A la mayoría ya los esperan en Estados Unidos, ese es el aliciente que los motiva a intentarlo una y otra vez y que les hace prometerse que no importa las veces que sean regresados, seguirán intentándolo.