Mario Enrique Munive, un talentoso artista plástico originario de Oaxaca y radicado en Matamoros desde hace ocho años, se ha ganado el reconocimiento local por sus impresionantes esculturas de Catrinas, las cuales pueden alcanzar el tamaño de una persona o incluso superar esas dimensiones. A pesar de ser maestro de arte en la Universidad Tecnológica de Matamoros, Munive dedica sus tiempos libres a su verdadera pasión: la creación de Catrinas, una tradición que honra las raíces mexicanas y en especial el Día de Muertos.
Munive ha trabajado en diversas obras de gran escala, algunas de las cuales le llevan entre tres y cuatro meses para completarlas, especialmente cuando se trata de figuras de cuerpo completo. Sin embargo, la pieza más reciente, una Catrina de medio cuerpo, fue elaborada en un tiempo récord de 20 días. Los materiales que utiliza en su obra incluyen papel maché, cartón, pintura, resina (para asegurar la durabilidad), y una decoración elaborada con piedras acrílicas, cadenas de fantasía y fomi. “Cada Catrina tiene su propio estilo y traje”, explica Munive. “Actualmente estoy terminando una Catrina Tehuana, inspirada en la cultura de mi tierra natal”.
El Mtro. Munive decidió regalar su Catrina al alcalde de Matamoros, Alberto Granados. La escultura será destinada, ya sea para decorar su oficina o para formar parte de las ofrendas que se monten en el marco del Día de Muertos.
Además de sus Catrinas, Munive también se especializa en figuras de cartonería, las cuales se elaboran a base de papel maché y otros elementos tradicionales del arte mexicano. Su dedicación al arte y su esfuerzo por preservar las tradiciones culturales lo han posicionado como un referente en la comunidad artística de Matamoros.
Este obsequio no solo destaca el talento de Munive, sino que también es un tributo a las costumbres mexicanas que siguen vivas a través del arte popular.