En la capital tamaulipeca se vive una paradoja alarmante: las obras existen, pero no hay quién las construya. El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Jorge Adán Contreras Galván, destapó la crisis al revelar que falta un 30% de albañiles en el mercado laboral.

“Podemos decirlo así, que ahorita hay un déficit en cuanto a mano de obra, hablando de albañilería… usted puede decir que un 30 por ciento es el déficit”, confesó el dirigente constructor, reconociendo que arrancar proyectos hoy en día es una tarea considerable.

El problema golpea especialmente en el arranque de las obras, cuando se requiere mayor personal para poner la primera piedra. “Tú vas a avanzar y no está el personal”, lamentó Contreras, describiendo un panorama donde las máquinas esperan, pero los trabajadores no aparecen.

Tras la pandemia, cientos de albañiles abandonaron la construcción para dedicarse a otros oficios ante la falta de empleo, y ahora el sector enfrenta las consecuencias: proyectos públicos y privados que avanzan con freno de mano.

Pese a la gravedad del déficit, la CMIC asegura que existen mecanismos para fijar precios justos y recuperar la fuerza laboral en el corto plazo “Esto que estoy comentando de la comisión que tiene la Cámara de dar precios por un trabajo determinado, esto va a disminuir esa situación”, prometió el líder constructor.

Mientras tanto, el desarrollo urbano de Ciudad Victoria pende de un hilo: obras millonarias, plazos en riesgo y una ciudad que podría frenarse por falta de manos.