El temor a represalias por parte de la pareja y el miedo a quedarse solas son algunas de las principales razones por las que muchas mujeres evitan denunciar la violencia que viven, incluso cuando esta es detectada durante una consulta médica.
Así lo señaló Zelenney Rodríguez Mendoza, directora del Distrito de Salud para el Bienestar No. 1, al explicar que en las unidades médicas de primer nivel se aplica una cédula de detección de violencia a todas las mujeres que acuden a consulta, sin importar el motivo de atención.
El cuestionario incluye preguntas sencillas relacionadas con la dinámica de pareja, el control del dinero, el trato verbal y la presencia de agresiones, no solo físicas, sino también psicológicas y económicas. De acuerdo con la funcionaria, esta herramienta ha permitido identificar situaciones que de otra manera permanecerían ocultas.
“La atención suele centrarse en la violencia física, pero la más frecuente es la psicológica. Muchas mujeres llegan con miedo porque su pareja las amenaza con dejarlas, quitarles a los hijos o retirarles el apoyo económico, y eso también es maltrato”, explicó.
De cada 10 cédulas aplicadas, al menos una presenta indicios de violencia; sin embargo, el personal de salud reconoce que la cifra podría ser mayor. Rodríguez Mendoza advirtió que muchas mujeres evitan responder con sinceridad por miedo a las consecuencias en su entorno familiar. Incluso cuando se detectan lesiones visibles, algunas pacientes aseguran que se trata de caídas o accidentes, lo que limita una intervención más directa.
Cuando se confirma un caso, las mujeres son canalizadas a atención psicológica, aunque el seguimiento no siempre se concreta.
“Muchas acuden solo a la primera consulta y abandonan el proceso antes de completar las sesiones, que normalmente son cuatro. En otros casos, incluso dejan de acudir a consultas médicas regulares porque saben que se les preguntará cómo van o se les recordarán las citas pendientes”, indicó.
Como parte de la atención, en las unidades médicas se brinda apoyo psicológico y orientación a las mujeres para que sepan que no están solas y conozcan las instituciones a las que pueden acudir en busca de ayuda, aun cuando no se sientan preparadas para denunciar formalmente su caso.