La ganadería estatal va en picada ante la falta de lluvias y escaso alimento de los hatos, que obliga a los productores a entrar en una fase de remate de una parte importante de sus rebaños.
El sector se ubica en el umbral de las ventas de pánico, como se advierte en las subastas emergentes que están llevando a cabo los rancheros afiliados a la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas, advirtió la Subsecretaría de Desarrollo Pecuario, área de la Secretaría de Desarrollo Rural, Pesca y Acuacultura.
De acuerdo a esta dependencia, cuyo titular es Cuauhtémoc Amaya García, existe un movimiento comercial de ganado fuera de lo normal en estas fechas.
El funcionario señaló que como muestra de esta situación, ya está asegurada la venta de 850 reses en sólo tres subastas que se llevarán a cabo cada quince días.
“La gente está sacando el ganado viejo, el ganado delgado, que no tolera mucho la seca, por lo que queda claro que estas ventas son por problemas de escasez de comida y agua”, dijo.
Como ejemplo de la crisis, indicó que se está viendo animales chicos en subasta de 140 o 150 kilos, cuando en años pasados los dejaban llegar hasta los 200 kilos.