Victoria, Tamaulipas.- El Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM), mantiene una postura de vigilancia y preparación ante la posibilidad de un aumento en las repatriaciones de connacionales, derivado de las políticas migratorias que podría implementar el gobierno de Donald Trump.
Sin embargo, hasta ahora, no hay señales de alarma ni de psicosis entre la comunidad migrante, aseguro en entrevista, Juan José Rodríguez Alvarado, director del ITM.
Subrayó que, aunque existe una “preocupación normal” ante el posible endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos, los niveles de repatriación se mantienen a la baja.
“Este año, las cifras son comparables con las de 2022, muy por debajo de periodos como los registrados durante la administración de Barack Obama, cuando la repatriación alcanzó hasta 125 mil personas por la frontera tamaulipeca”, explicó Rodríguez Alvarado.
El director del ITM precisó que, al cierre de 2024, se estima que cerca de 50 mil connacionales sean repatriados por Tamaulipas, un número “conservador” en comparación con otros momentos críticos.
Además, detalló que el 90% de los migrantes devueltos provienen de estados como Veracruz, San Luis Potosí, Nuevo León, Michoacán y Guerrero, mientras que solo el 10% corresponde a tamaulipecos.
A fin de anticiparse a cualquier incremento en los flujos migratorios, informó que Tamaulipas ya trabaja en la consolidación de convenios con otras entidades y mantiene operativos siete albergues con capacidad suficiente para ofrecer apoyo a los repatriados, quienes suelen necesitar alojamiento temporal, asesoría para trámites o incluso atención psicológica.
Asimismo, destacó los programas impulsados por el estado para facilitar la reinserción de los migrantes, como la certificación de habilidades laborales en coordinación con instancias como SECAT y CONALEP.
“El objetivo es que puedan integrarse rápidamente al mercado laboral, aprovechando las habilidades adquiridas durante su estancia en Estados Unidos”, puntualizó.
En cuanto a la comunidad tamaulipeca que reside en Estados Unidos, especialmente en Texas, Rodríguez afirmó que prevalece la calma, aunque reconoció la incertidumbre derivada de iniciativas como la ley CB1 y declaraciones recientes de figuras políticas estadounidenses.
“No vemos una psicosis, como ocurrió en otros momentos, pero sí hay dudas razonables sobre qué hacer en caso de una detención o cómo recuperar bienes personales si la situación se complica”, dijo.