Con la detección de un caso aislado de gusano barrenador en Ixhuatlán de Madero, Veracruz, a unos 200 kilómetros de Tamaulipas, el Gobierno del Estado implementó el cierre total de su frontera sur al ingreso de ganado proveniente de otras entidades, como medida de contención sanitaria para proteger su estatus de “estado libre” de esta plaga.
Así lo confirmó Cuauhtémoc Amaya García, subsecretario de Desarrollo Pecuario y Forestal, quien detalló que se prohibió de manera estricta el tránsito, internación y sacrificio de ganado del sur del país dentro del territorio tamaulipeco.
“Es un blindaje total. No hay permisos de ningún tipo. Estamos reforzando las acciones con Senasica para evitar a toda costa que el gusano barrenador llegue a Tamaulipas”, señaló el funcionario estatal.
El caso confirmado en Veracruz fue considerado “único y ya extinguido” por autoridades estadounidenses y mexicanas.
Sin embargo, su detección provocó la suspensión inmediata de la reapertura paulatina que se había acordado con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para la exportación de ganado tamaulipeco.
De acuerdo con Amaya García, la afectación al sector ganadero ya es significativa.
Mientras que en el ciclo anterior se exportaron más de 73 mil cabezas de ganado, en el actual (que concluye en agosto) apenas se han exportado cerca de 25 mil.
“Las regiones más afectadas son Aldama, Soto la Marina y González, donde se concentra gran parte de la producción de becerros para exportación. Los productores entienden la situación y nos piden acciones firmes”, agregó.
Actualmente, el Estado cuenta con cuatro puntos de inspección y verificación estratégica en Altamira, Tula, San Antonio Rayón y Antiguo Morelos.
En estas casetas se realiza un control riguroso del ganado que podría ingresar del sur.
Además, se han desplegado brigadas móviles (llamadas volantas) con personal capacitado que patrulla rutas secundarias para detectar cualquier intento de tránsito irregular.
El blindaje sanitario se implementó hace 10 días, como parte de un esfuerzo conjunto con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), y se mantendrá de forma indefinida mientras persista el riesgo.
Amaya García afirmó que también se realizan reuniones informativas con los productores para fomentar la cultura de la denuncia en caso de sospechas sobre la plaga.
“No bajamos la guardia. Estamos haciendo todo para preservar la sanidad del hato tamaulipeco y recuperar lo antes posible la confianza de nuestros socios comerciales en Estados Unidos”, concluyó.