A un año de la toma de las instalaciones partidistas y ante lo que califican como total indiferencia de la dirigencia nacional, militantes del PT analizan retomar las protestas para exigir la salida del líder al que acusan de mantener “Secuestrado” al partido durante décadas.
Los inconformes señalan directamente a Ortega Lozano como responsable de un sistema interno de control político, imposición de candidaturas y manejo opaco de los recursos públicos que recibe el partido, prácticas que —aseguran— han traicionado los principios fundacionales del PT.
“Arsenio Ortega convirtió al partido en su patrimonio personal. Aquí no hay democracia ni transparencia, solo decisiones tomadas desde Monterrey y negociaciones en lo oscurito”, denunció Armando Contreras militante de la ciudad fronteriza de Díaz Ordaz, quien afirmó que la militancia está cansada del mismo grupo en el poder desde hace más de 25 años.
Las acusaciones no son nuevas. A inicios del presente año, militantes tomaron las instalaciones del Comité Estatal del PT en Ciudad Victoria, donde colocaron mantas y clausuraron simbólicamente las oficinas para exigir una auditoría financiera y rendición de cuentas. En aquella ocasión, denunciaron incluso una supuesta venta de candidaturas, señalando directamente a Ortega Lozano.
De acuerdo con los manifestantes, el PT en Tamaulipas recibe alrededor de 1.2 millones de pesos mensuales en prerrogativas, sin que exista claridad sobre su destino. Acusan que los recursos se manejan de forma discrecional y selectiva, beneficiando únicamente a militantes cercanos a la dirigencia estatal.
“La base trabaja, pone dinero de su bolsillo y hasta entrega facturas que nunca se pagan, mientras unos cuantos se reparten el presupuesto. Eso no es un partido del pueblo”, señaló Silvia “N” otra militante del municipio de Güemes, quien también exigió la salida inmediata de Arsenio Ortega.
Finalmente, los inconformes advirtieron que, de no existir una respuesta clara de la dirigencia nacional, retomarán las movilizaciones y protestas para exigir una auditoría financiera y un cambio total en la dirigencia estatal.
“No vamos a callar. El PT no es de Arsenio Ortega ni de sus aliados. El PT es de la militancia y del pueblo”, concluyeron.