El diputado Francisco Adrián Cruz Martínez, integrante del Grupo Parlamentario de Morena en la LXVI Legislatura del Congreso del Estado, presentó una iniciativa de decreto para expedir la Ley para la Prevención, Mitigación e Identificación de Riesgos y Responsabilidades referente a Infraestructura Energética Existente en Tamaulipas.

La propuesta busca establecer un marco normativo que permita prevenir accidentes relacionados con instalaciones de gas natural, hidrocarburos y otras infraestructuras energéticas, con el objetivo de proteger a la población, reducir riesgos y fortalecer las medidas de seguridad en zonas donde se desarrollan obras públicas o privadas.

Cruz Martínez destacó que Tamaulipas se ha consolidado como uno de los principales polos energéticos del país, debido a su ubicación estratégica y a la amplia red de infraestructura utilizada para la distribución de hidrocarburos, particularmente gas natural.

El legislador advirtió que los daños a esta infraestructura pueden derivar en fugas, explosiones o incidentes de alto impacto que ponen en riesgo a familias, al medio ambiente y a la economía estatal. Por ello, subrayó la necesidad de contar con una legislación específica que atienda de manera integral la prevención y mitigación de riesgos en este sector.

La iniciativa contempla que, antes de autorizar cualquier obra, los municipios deberán solicitar a la Secretaría de Desarrollo Energético (SEDENER) un informe que confirme si en la zona existe infraestructura energética.

Entre las disposiciones más relevantes se establece que los desarrolladores de obras tendrán que: Solicitar verificación a la SEDENER para identificar si existen ductos o instalaciones energéticas en el área. Garantizar que sus actividades no comprometan la integridad de las instalaciones.
Respetar distancias mínimas de seguridad, como: 10 metros respecto a edificaciones permanentes, 15 metros de instalaciones con sustancias peligrosas y 50 metros de hospitales, escuelas o centros de concentración.

Asimismo, se clasifican tres grados de fugas para determinar su nivel de riesgo y la atención inmediata que deben recibir, desde peligros inminentes hasta incidencias menores que requieren monitoreo periódico.