La falta de agua escaló ya en el país y específicamente en Tamaulipas al renglón de la salud humana.
En la primera reunión del Subcomité de Enfermedades Emergentes y Reemergentes del Comité Estatal de Seguridad en Salud, se analizaron la escasez y calidad de ese recurso, así como su impacto en la salud poblacional, para prevenir posibles brotes que pudieran registrarse en este 2024 ocasionadas por el desabasto como las enfermedades diarreicas agudas (EDAS).
Ante el riesgo que representa la escasez de agua, la Secretaría de Salud coordinó los trabajos del subcomité en donde el tema principal se enfocó a implementar acciones para proteger a la población y evitar daños a la salud, por esta causa.
El subsecretario de Salud Pública, Marggid Antonio Rodríguez Avendaño, presidió esta reunión, en la que se analizaron y valoraron las enfermedades que pudieran representar riesgos a la salud y brotes de diarreas, sarampión y dengue, entre otras.
“El objetivo es analizar de manera permanente el comportamiento de las enfermedades que pudieran estar ligadas al consumo del agua o la falta de esta, ya que también el no contar con el líquido para desinfectar los alimentos o lavarnos frecuentemente las manos, son factores que ponen en riesgo la salud”, dijo.
En lo correspondiente a la calidad del agua para uso y consumo humano, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios verifica que los sistemas de abastecimiento sean clorados de manera adecuada para evitar bacterias. Cada año se realizan un promedio de 60 mil monitoreos en los más de mil 400 puntos existentes.
Por su parte el director general de Cuenca Golfo Norte, Jesús Jaime Gudiño Zárate, presentó el análisis y su impacto de la calidad del agua en la salud poblacional, en donde destacó que en el 2023 se registraron las temperaturas más altas en el Estado y actualmente son 32 municipios que se encuentran con algún grado de sequía, por ello la importancia de aplicar medidas que impacten en el bienestar de la población para evitar daños a la salud.