Padres de familia de la Secundaria General Número 8 se manifestaron esta mañana frente al plantel educativo para exigir explicaciones sobre el presunto ingreso de un alumno a la escuela con un arma.

Aunque no se ha confirmado si el objeto era real o de juguete, los padres expresaron su preocupación por la manera en que se manejó la situación, sobre todo, y por la falta de información por parte de la dirección.

Los padres y madres de familia aseguraron que se enteraron de los hechos por sus propios hijos, quienes comentaron que el menor estuvo en posesión del arma durante todo el día.

Algunos estudiantes incluso afirmaron haber visto una bala, pese a esto, la escuela no emitió ningún comunicado y tampoco activó protocolos de seguridad.

De acuerdo con los testimonios, fue el prefecto quien retiró el arma al alumno, asegurando que era de juguete.

Sin embargo, los padres cuestionaron su capacidad para determinar eso sin intervención de autoridades competentes.

Consideraron que debió haberse llamado al 911 o a la fiscalía para manejar adecuadamente el caso. “No somos especialistas en armas, no podemos saber si era real o de juguete. Eso le corresponde a las autoridades”, señalaron.

A pesar de haber solicitado audiencia con la directora del plantel, no han sido atendidos por ella. Solo fueron recibidos por personal del área de USAER y psicología, lo cual fue considerado insuficiente por los padres. “Vinimos a hablar con la autoridad escolar, no con otros funcionarios. Queremos saber qué se va a hacer para que esto no vuelva a suceder”, expresaron.

También denunciaron la falta de protocolos claros y cuestionaron si en algún momento se activaron medidas de seguridad.

Ante la ausencia de una respuesta oficial, los padres se dijeron dispuestos a colaborar en revisiones de mochilas a la entrada del plantel, aunque reconocieron que podrían enfrentar obstáculos por parte de organismos de derechos humanos.

Aunque las clases se mantienen en operación normal, los tutores aseguraron que existe temor e incertidumbre entre los padres y los propios estudiantes.

“Nuestros hijos están dentro, pero no sabemos si están seguros. No sabemos qué medidas se están tomando”, expresaron.

Ante la falta de respuestas, los padres anunciaron que solicitarán la intervención de la Secretaría de Educación, del órgano interno de control y de la Subsecretaría de Educación Básica, ya que consideran que hubo una omisión administrativa grave por parte de la dirección.