Victoria, Tamaulipas.- El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, desestimó la idea de que el estado se encuentre en una emergencia migratoria con la llegada de Donald Trump al gobierno de EU.
Según el mandatario, la Entidad ha enfrentado flujos migratorios incluso mayores en años anteriores y cuenta con la infraestructura necesaria para atender a los deportados.
“Nosotros estamos habituados a esta condición”, afirmó Villarreal, al señalar que en años como el 2000 se registró el movimiento de hasta 1.6 millones de personas en la frontera mexicana.
Actualmente, se prevé la llegada de aproximadamente 250 mil migrantes, una cifra que, de acuerdo con el gobernador, no representa un desafío inédito para Tamaulipas.
Dijo que el Estado cuenta con una capacidad regular en albergues, tanto de organizaciones no gubernamentales como institucionales, para más de 6 mil 500 personas.
Actualmente, solo 1 mil 400 migrantes se encuentran en estos refugios, lo que deja un margen de más de 5,000 espacios disponibles en Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. Además, se contempla la expansión de cuatro albergues adicionales con capacidad para 2 mil 500 personas más.
Inspecciones más estrictas en la frontera afectan cruces
El gobernador también reconoció que Estados Unidos ha endurecido las inspecciones en los cruces fronterizos, lo que ha generado filas de hasta tres horas en Reynosa.
Sin embargo, consideró que estos ajustes son parte de la política estadounidense y que la actividad económica entre ambos países continuará fortaleciéndose.