El Congreso de Tamaulipas abrió la puerta a un cambio de fondo en el manejo del dinero público: una reforma aprobada en comisiones busca terminar con años de discrecionalidad en la inversión de recursos estatales, así como con la opacidad que rodeó los rendimientos financieros usados sin control en distintas dependencias.

El dictamen establece que todo ingreso derivado de recursos públicos deberá utilizarse exclusivamente conforme lo marque el Presupuesto de Egresos, blindando así al erario contra decisiones unilaterales que destinaban este dinero a instrumentos financieros que nunca fueron aprobados por el Poder Legislativo.

La iniciativa responde a prácticas de administraciones anteriores que colocaron fondos estatales en productos financieros de alto riesgo, provocando pérdidas sin consecuencias administrativas debido a vacíos legales que permitían estas maniobras.

Legisladores buscan que la prioridad sea el cumplimiento estricto del presupuesto.