El futuro a mediano plazo de la presa “Vicente Guerrero” y de Ciudad Victoria en el abasto de agua es uno de los más oscuros de las décadas cercanas al registrar este vaso el segundo nivel más bajo de su historia, con apenas un 10 por ciento de su volumen y sin lluvias que permitan su recuperación.

El secretario de Recursos Hidráulicos en el Estado, Raúl Quiroga Álvarez, fue enfático en pronosticar que, por lo menos en este año, la presa no tiene probabilidades de recuperación.

En ese sentido, el funcionario advirtió que la prioridad para el uso de ese exiguo recurso será el consumo en zonas urbanas, por encima de las actividades agrícolas. “Además existe el agravante de que ya salimos de la temporada de lluvias, y decir o pensar en que se va a recuperar es muy improbable, por lo cual estamos tomando previsiones”, señaló.

No sólo es la zona de Victoria donde se vive una grave crisis hidráulica, como se advierte en el norte, sobre todo en el Distrito de Riego 025, que si bien ya ha sufrido antes planes de riego precarios, ahora se le suma el 086, “y lo más probable es que se queden sin agua los municipios de Soto la Marina y Abasolo”.

Precisó que la presa “Emilio Portes Gil” está en los niveles más bajos de su historia, mientras la “Ramiro Caballero”, a pesar de los últimos escurrimientos, tiene escasamente cerca de 100 millones de metros cúbicos, “y tampoco habrá riego”.

En lo que se refiere al sistema lagunario explicó que los vasos que lo integran están en sus niveles más bajos, con un 8%, cuando ya en el 25% su estado era crítico”.

PREVÉ COMAPA “LLUVIA” DE CORTES

Ciudad Victoria está prácticamente condenada a sufrir una “lluvia” de cortes en el abasto de agua en cualquier momento, ante la longevidad de la tubería del acueducto “Guadalupe Victoria”, sostuvo el gerente general de la COMAPA, Eliseo García Leal, quien anticipó que ya venció la vida útil de la primera línea del acueducto, convirtiéndose en una verdadera “bomba de tiempo”, que en cualquier momento puede colapsar en una magnitud imprevista, como el más reciente que se derivó del conocido golpe de ariete, al suspenderse de forma repentina el suministro de energía eléctrica ocasionando una fuga de grandes proporciones.