Más de 600 migrantes, en su mayoría familias venezolanas, haitianas y centroamericanas, quedaron varados en Tamaulipas luego de la cancelación de la plataforma CBP One, herramienta digital utilizada para programar citas de ingreso a Estados Unidos.
“En Tamaulipas traemos ahorita 650 migrantes que se quedaron varados a raíz de que se canceló la plataforma CBP One y ya no alcanzaron a cruzar”, confirmó Juan José Rodríguez Alvarado, director general del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM).
Con el objetivo de dar mayor certidumbre a estas personas, el ITM trabaja en coordinación con organismos internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar). La intención es gestionar apoyos para quienes decidan regresar a sus países, así como ofrecer alternativas legales a quienes opten por quedarse en México.
“Acabo de estar en la Ciudad de México precisamente para dar seguimiento a esto. Estamos trabajando con Comar para que las personas que estén en condiciones de solicitar refugio puedan acceder a esa opción”, señaló Rodríguez Alvarado.
Parte de este trabajo incluye la capacitación del personal del Gobierno del Estado para que puedan identificar correctamente a quienes califican como refugiados, condicion que les daría la posibilidad de acceder a la CURP y otras herramientas legales para
para incorporarse al ámbito laboral de manera formal y segura.
Del total de migrantes que se encuentran en la frontera norte del estado, 134 son niños y adolescentes. Además, el 50% está compuesto por hombres y mujeres en núcleos familiares “este fenómeno es familiar principalmente”.
Aunque la Comar no cuenta con oficinas en Tamaulipas y opera desde Monterrey, el Instituto Nacional de Migración funge como ventanilla de recepción de solicitudes para obtener la condición de refugiado, trámite cuya resolución debe darse en un plazo de hasta 60 días. No obstante, desde el momento en que presentan su solicitud, los migrantes pueden ser reconocidos como solicitantes de refugio, lo que les permite trabajar legalmente mientras se resuelve su estatus.