La carestía en los artículos de la canasta básica parece no tener fin; muestra de ello es el aguacate, costando ya a 100 pesos el kilo en tanto que el limón se vende a 90, los costos altos se extienden al aceite comestible que se cotiza hasta en 60 pesos el litro.
Por si fuera poco, productos como las galletas ya son consideradas de lujo pues su precio llega a 60 pesos la caja, la leche más económica se vende a 18 pesos el litro.
En un recorrido realizado por en tiendas de autoservicio, hay productos como la carne roja que el kilo esta entre los 180 y 200 pesos la más económica como es la molida en tanto que la pechuga de pollo se encuentra en 180 pesos:
“Viene uno al mandado con mil pesos y solo lleva lo indispensable, todo aumenta como el aceite que desde hace tiempo se vende en las marcas más comerciales en 45 pesos, las frutas y las verduras igual, ahorita un kilo de tomate se compra en 30 pesos”.
Comparte bajo la reserva de su nombre la señora Teresa Cruz Martínez de la colonia Benito Juárez quien agrega:
“En mi familia solo mi marido trabaja, mis tres hijos son menores así que nos la pasamos difícil, ya que cuando pagamos los servicios básicos la despensa se reduce a lo que podemos comprar con 500 pesos a la semana, ya sabemos que no vamos a comprar carne y hasta la leche y las tortillas le vamos a medir a los niños”.
En este contexto el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), informa que la tasa de inflación mexicana aumentó en junio hasta el 5,88 %, después de que los precios subieran en el sexto mes del año un 0,53.