Desde una modesta casa de interés social en una zona habitacional en Apodaca, Nuevo León, se dio vida a un proveedor “fantasma”.

Desde esa dirección, se facturaron millones de pesos a la administración de Francisco García Cabeza de Vaca.

 Tan sólo en uno de los contratos, cuya copia este medio tiene en su poder, la Secretaría de Salud de Gloria Molina, pagó un millón 159 mil 524 pesos durante la pandemia.

 El proveedor “Consumibles PCM, S.A. de C.V.”, tiene características de ser un proveedor “fantasma”, pues en la dirección fiscal nadie sabe de él.

 El contrato refiere la compra de “insumos médicos necesarios para la prevención y atención prioritaria de la pandemia generada por el virus SARS-CoV2 (Covid-19)”.

 La adquisición con dinero público incluyó -según la factura- gel antibacterial, cubrebocas, guantes de látex, alcohol, batas quirúrgicas, botas cubrezapatos, entre otros insumos médicos.

 

 

ANTECEDENTES EN IETAM 

 

Este proveedor, ya había sido identificado en diversas investigaciones periodísticas como “proveedor fantasma”. 

Otro cliente de este proveedor fue el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM).  

“Consumibles PCM, S.A. de C.V.” proporcionó al Padrón de Proveedores del Gobierno del Estado un domicilio fiscal ubicado en Valle de los Eucaliptos entre calle Avenida del Paraíso y Calle Nardos en el número 1345, de la Colonia Valle de las Palmas IV, en Apodaca, Nuevo León. 

 Sin embargo, este medio verificó la dirección y sólo existe una casa-habitación, sin relación alguna con la empresa contratada por la Secretaría de Salud del gobierno de Cabeza de Vaca. 

En el domicilio señalado se ubica una casa habitación, propiedad de un trabajador jubilado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El trabajador, quién prestó el domicilio desde hace dos años a unos familiares para que habiten ahí, no tiene relación alguna con la empresa “Consumibles PCM, S.A. de C.V.”.