El empresario local e integrante de la mesa de seguridad ciudadana, Jorge Pensado Robles, denunció las constantes fallas en el suministro eléctrico y el impacto severo que ello representa tanto para hogares como para negocios.

“Es una grave afectación para los ciudadanos en general”, declaró.

Señalo que los cortes de luz son cada vez más frecuentes, especialmente durante las olas de calor.

“No hay luz, se va constantemente; los transformadores no aguantan. Hace calor, todos prendemos los aires acondicionados, y simplemente se truenan”, detalló.

El empresario subrayó que las deficiencias de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) están superando su capacidad operativa.

“Están rebasados, tanto en distribución como en transformadores. La Comisión no puede con el problema al mismo tiempo, les faltan recursos”, afirmó.

Reconoció que para el sector empresarial, las consecuencias serán aún más graves.

“Se descomponen computadoras, equipos de refrigeración, televisiones, todo lo relacionado con la digitalización. Hay empresarios a quienes se les quemaron todos sus equipos por una descarga. ¿Y quién se hace responsable? Nadie”, lamentó.

Además, señaló la falta de atención y compensación por las horas de inactividad que enfrentan los negocios debido a la falta de energía eléctrica.

“Los negocios pasan horas sin poder operar. Esto nos afecta económicamente y nadie responde”, subrayó.

Pensado Robles advirtió que esta crisis eléctrica también representa un freno al desarrollo industrial del Estado y el resto del País.

“La demanda de energía, de distribución y transmisión, está rebasada. Si no se resuelve, es imposible pensar en atraer nuevas industrias”, advirtió.

Sobre las tarifas, criticó su desproporción frente a la calidad del servicio, “la energía en ciudad Victoria es muy cara, sobre todo en verano. Pagamos caro, pero el servicio es deficiente. Se debería hacer una revisión urgente de la CFE, de sus capacidades y recursos. Sin electricidad, el País no se mueve”, subrayó.

En este sentido, hizo un llamado a reconsiderar las tarifas eléctricas para la región.

“Hace años, cuando estuve en la cámara de comercio, nos quedamos a unas décimas de temperatura para cambiar la tarifa. Hoy los calores son más fuertes y más frecuentes. Es absurdo que los centros de medición estén en zonas frescas como Tamatán o Conagua, cuando el calor real se siente en el centro de la ciudad”, concluyó.