La falta de empleo en el ramo de la construcción ha empujado a decenas de albañiles a buscar el sustento diario en los tianguis y mercados de la capital, donde ahora venden desde ropa y golosinas hasta alimentos preparados.
Lorenzo Balderas Castillo, dirigente de la Unión de Obreros y Trabajadores de la Construcción adheridos a la CROC en Tamaulipas, explicó que el alto desempleo en el municipio ha orillado a muchos trabajadores a migrar hacia la economía informal.
“Se van a vender cualquier clase de productos, lo importante es que les deje una ganancia económica porque la situación está muy difícil”, reconoció.
De acuerdo con el dirigente, la falta de obras públicas y privadas ha reducido al mínimo las oportunidades laborales, por lo que los obreros recurren a pequeños trabajos de remodelación o albañilería doméstica para sobrevivir, incluso a costa de malbaratar su mano de obra.
“Nosotros recorremos la ciudad, preguntamos dónde hay construcciones para ofrecer el trabajo, pero son pocos los que realmente han estado ocupados en estos últimos meses”, lamentó Balderas Castillo.
Actualmente, de los mil 400 obreros afiliados al sindicato, solo unos 200 permanecen activos. El resto ha tenido que emigrar a otros municipios o estados en busca de empleo, mientras que otros se dedican al comercio ambulante.
Aunque la construcción de viviendas particulares se mantiene como el principal generador de empleo en el ramo, no es suficiente para absorber a toda la fuerza laboral disponible.
En muchos casos, se trata de padres de familia que son el único sustento del hogar y que deben ingeniárselas para cubrir gastos de alimentación, salud y educación.
“Muchos se están autoempleando porque no hay de otra. Lo importante es llevar algo a casa”, concluyó el dirigente sindical.