Organizaciones y ciudadanos comenzaron a relacionar los recientes sismos en el noreste de México con las actividades de SpaceX en Boca Chica, Texas.

La ONG Conservación e Investigación de la Biodiversidad (Conibio) indicó que desde 2020, comunidades de Tamaulipas, Nuevo León y Texas notaron un aumento en los temblores locales.

Según la organización, los movimientos telúricos coinciden con lanzamientos y pruebas de cohetes realizados por la empresa aeroespacial, lo que ha encendido las alarmas.

Además, algunos especialistas identificaron una correlación temporal entre los eventos sísmicos y las operaciones de SpaceX, por lo que piden investigar científicamente este fenómeno.

Conibio solicitó al Servicio Sismológico Nacional y a instituciones académicas analizar el posible impacto geológico de los lanzamientos espaciales sobre la zona fronteriza.

Asimismo, representantes de la ONG advirtieron que los registros sísmicos muestran patrones inusuales en fechas cercanas a los ensayos de la compañía estadounidense.

Dijeron que las explosiones y vibraciones podrían estar afectando el subsuelo, lo que podría representar un riesgo ambiental y estructural para las poblaciones cercanas.

Por ahora, ninguna autoridad científica ha emitido un pronunciamiento definitivo, aunque ya se recaban datos para determinar si existe una relación comprobable.

En municipios como Matamoros y Reynosa, residentes expresaron preocupación por la frecuencia de los sismos. En Texas también se han documentado episodios atípicos.

Este tema genera un nuevo debate sobre las consecuencias ambientales y geológicas del desarrollo aeroespacial cerca de comunidades binacionales vulnerables.