Estados Unidos apoyó un acuerdo entre los 27 países de la Unión Europea para imponer un precio máximo de 60 dólares al barril de petróleo ruso, una medida que golpeará la “máquina de guerra” del Kremlin.
“Es una noticia bienvenida que se unan para lograr un precio tope” al crudo ruso, declaró a periodistas el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. “Creemos que un límite de precio ayudará a limitar la capacidad de (Vladimir) Putin de beneficiarse del mercado petrolero para financiar una máquina de guerra que continúa matando ucranianos inocentes”, añadió.
Los Estados miembros de la Unión Europea llegaron a un acuerdo para fijar un techo de 60 dólares —unos 57 euros / mil 165 pesos mexicanos— al precio del petróleo ruso, en una negociación que culminó a escasos tres días de que entre en vigor el embargo a la compra de crudo ruso aprobada formalmente en octubre.
La medida sigue el acuerdo alcanzado en el seno del G7 para un fijar un tope entre 65 y 70 dólares al crudo ruso, y está dirigida al petróleo transportado por mar y no afectará al que llegue a Europa a través de oleoducto, después de la excepción lograda por Hungría y otros socios europeos sin salida al mar que aducen su gran dependencia del petróleo ruso.
Tras vencer las reticencias de Polonia y los países bálticos, que reclamaban un tope más bajo, en torno a 30 dólares, y vinculaban esta medida a avanzar en la novena ronda de sanciones contra Rusia en represalia a su agresión a Ucrania, la Unión Europea logró un acuerdo de compromiso en 60 dólares además de un mecanismo corrector para lograr que el tope se revise periódicamente y se sitúe al menos el 5 por ciento por debajo del precio de mercado.
Los veintisiete países negociaban a contrarreloj para tener un mecanismo en marcha el 5 de diciembre, fecha en la que entra en vigor el embargo de la Unión Europea a la compra de petróleo ruso. Ahora la medida se aprobará a través del procedimiento escrito simplificado con el que el Consejo adopta la medida sin necesidad de que se vuelvan a reunir los embajadores de los Veintisiete.
Polonia y los países Bálticos querían una sanción mayor
Las negociaciones para fijar un tope al precio del crudo ruso se han demorado durante semanas, después de que Polonia y los bálticos se hayan situado en el centro de la discusión tras reclamar un precio máximo muy bajo, de 30 dólares, defendiendo que es la forma de dañar las exportaciones de crudo ruso, han señalado distintas fuentes diplomáticas, que coinciden en señalar la posición “muy dura” de Varsovia en este tema.
Al tiempo, este grupo de países vinculaban su visto bueno a la medida sobre el precio del petróleo a la aprobación de la novena ronda de sanciones contra Rusia, que lleva también semanas negociándose entre Estados miembros sin un horizonte claro para su aprobación. Por otro lado, las reticencias a un precio máximo muy bajo que presentaban países mediterráneos como Grecia, Chipre y Malta, alegando su dependencia del sector del transporte marítimo, parecen resueltas con la creación de un mecanismo de compensación que genere cierto margen para el comercio de crudo ruso.
En todo caso, fuentes diplomáticas señalaron en días previos que el acuerdo de compromiso entre el Eurogrupo se podía situar precisamente en el entorno de los 60 dólares, después de que en el marco de las conversaciones ajustaran la propuesta presentada por la Comisión Europea que se situaba en 65 dólares, en la línea del G7 que apuntó a un tope entre 65 y 70 dólares.
El telón de fondo en este caso es la aprobación del noveno paquete de sanciones, en un momento en el que la Unión Europea parece haber agotado el apetito de sanciones y sin nuevas medidas contra el sector energético ruso sobre la mesa. Las pretensiones de Varsovia y los socios bálticos choca igualmente con el proceso técnico de las sanciones europeas que deben estar debidamente justificadas y “muy afinadas”, apuntaba una fuente.
Todas las fuentes consultadas confiaban en llegar a un acuerdo antes de día límite, al señalar que la nueva ronda de sanciones contra Moscú en represalia a su agresión militar a Ucrania está encaminado, independientemente de si finalmente ve la luz en paralelo a la medida sobre el petróleo.