El recién reelecto presidente Donald Trump, escogió este martes como futuro secretario de Comercio a Howard Lutnick, presidente del banco de inversión Cantor Fitzgerald y muy crítico con China.
Lutnick, uno de los favoritos para el puesto de secretario del Tesoro, dirigirá la eventual imposición de aranceles a las importaciones, parte clave de la agenda económica del magnate republicano.
Tendrá una “responsabilidad directa adicional sobre la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos”, informó Trump en un comunicado.
Durante la campaña electoral el republicano amenazó con aplicar aranceles de dos dígitos o incluso más, sobre todo a productos chinos, para propiciar la vuelta de empresas a Estados Unidos.
Howard Lutnick es un empresario y financiero estadounidense, conocido principalmente como el CEO y presidente de Cantor Fitzgerald, una firma global de servicios financieros con sede en Nueva York. Lutnick nació el 14 de julio de 1961 y su vida ha estado marcada por una serie de eventos que moldearon su carrera y su liderazgo.
Lutnick se unió a Cantor Fitzgerald en 1983, poco después de graduarse de la Universidad de Haverford, donde estudió Economía gracias a una beca otorgada por la misma empresa tras el fallecimiento de sus padres. Este vínculo forjado desde sus años de estudiante subraya su relación cercana con la firma.
Con el tiempo, se convirtió en una figura clave en Cantor Fitzgerald, liderando el desarrollo de sus negocios y consolidando su posición en los mercados financieros globales.
El 11 de septiembre de 2001, Lutnick enfrentó una tragedia personal y profesional devastadora cuando el ataque terrorista contra el World Trade Center destruyó la sede de Cantor Fitzgerald ubicada en las Torres Gemelas. La firma perdió a 658 de sus empleados, incluidos amigos y compañeros de trabajo cercanos de Lutnick.
Él mismo sobrevivió al atentado porque estaba llevando a su hijo al primer día de clases. Su liderazgo durante esta crisis fue intenso y emotivo; en los días y semanas posteriores, Lutnick prometió apoyar a las familias de las víctimas, donando el 25 por ciento de las ganancias de la empresa para su bienestar.
La reconstrucción de Cantor Fitzgerald bajo el mando de Lutnick fue notable. Transformó la empresa, expandiendo sus operaciones en mercados de bonos, seguros y tecnología financiera, y revitalizó su reputación como uno de los mayores actores en la intermediación de bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Además, su resiliencia y enfoque en ayudar a los afectados por el 11 de septiembre le han dado notoriedad, pero también le han generado críticas sobre la gestión interna de las compensaciones y los beneficios de los empleados.
Más allá de Cantor Fitzgerald, Howard Lutnick es conocido por su filantropía. Ha hecho donaciones sustanciales a instituciones educativas y proyectos de caridad, incluyendo aportes a su alma mater, la Universidad de Haverford. Su trayectoria combina los desafíos del liderazgo corporativo con un enfoque humano ante la adversidad, perfilándolo como una figura compleja e influyente en la industria financiera.