El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó  la ley aprobada por el Congreso que pone fin al cierre de Gobierno más prolongado en la historia del país, el cual se extendió por 43 días.

“Es un honor firmar este increíble proyecto de ley y hacer que nuestro país vuelva a funcionar”, expresó el mandatario desde el Despacho Oval al rubricar el acuerdo impulsado por el Partido Republicano. La iniciativa fue avalada en la Cámara de Representantes con 222 votos a favor y 209 en contra, con el respaldo de seis legisladores demócratas.

Trump aprovechó el momento para lanzar críticas hacia la oposición. Calificó el cierre de Gobierno como una “extorsión demócrata” derivada de la falta de consenso sobre subsidios en materia sanitaria. Además, dirigió un mensaje a sus correligionarios en el Congreso: “Si elimináramos la obstrucción parlamentaria, esto nunca volvería a suceder. No olviden que tenemos otra fecha importante en el futuro cercano”, dijo, en aparente referencia a las elecciones intermedias de 2026.

La nueva ley garantiza la financiación de la mayoría de las agencias federales hasta el 30 de enero del próximo año. Entre las asignaciones contempladas se incluye un incremento de recursos para la Patrulla Fronteriza y los servicios migratorios, con el propósito de reforzar la vigilancia en la frontera sur. También se destinarán fondos adicionales al Departamento de Asuntos de Veteranos, para mejorar hospitales y beneficios médicos, así como recursos para el Departamento de Agricultura, enfocados en fortalecer programas de nutrición infantil y asistencia alimentaria.

Sin embargo, la legislación fue rechazada por los líderes demócratas en ambas cámaras, al considerar que el acuerdo dejó fuera la ampliación de subsidios a la asistencia sanitaria. Con ello, programas como el Obamacare perderán financiamiento a partir de diciembre.

Durante la ceremonia de firma, Trump permitió brevemente preguntas de la prensa, pero el encuentro se tornó tenso cuando un reportero lo cuestionó sobre los nuevos documentos publicados del caso Epstein, que lo vinculan indirectamente con la polémica. El presidente evitó responder y el personal de comunicación dio por concluido el evento.