El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entregó la Medalla Presidencial de la Libertad de manera póstuma al activista conservador Charlie Kirk, asesinado el pasado 10 de septiembre, en una ceremonia realizada en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca. Kirk habría cumplido 32 años este día.
Durante su discurso, Trump destacó la influencia de Kirk en la movilización de jóvenes y lo describió como “irreemplazable”. “Hace cinco semanas perdimos a este campeón, un líder que inspiró a la próxima generación como nadie”, afirmó el mandatario. Además, anunció que el 14 de octubre será considerado el Día Nacional de la Remembranza de Charlie Kirk.
En la ceremonia estuvieron presentes miembros del gabinete presidencial, senadores republicanos y el presidente argentino, Javier Milei, quien ocupó lugar privilegiado en primera fila.
La medalla fue recibida por Erika Kirk, viuda del activista, a quien Trump calificó como “una mujer de inspiración, bella y valiente”, asegurando que su esposo “se sacrificó por el país”. Erika Kirk agradeció el reconocimiento y aseguró que se trataba del “mejor regalo de cumpleaños” que Charlie podría recibir.
Charlie Kirk fue fundador de Turning Point, organización conservadora dedicada a fomentar la participación política de jóvenes en universidades y a promover los valores de la derecha estadounidense.