El gobierno de Filipinas elevó este jueves las alertas por la tormenta tropical Bualoi, fenómeno que amenaza con intensificarse a tifón en las próximas horas y que se prevé impacte la costa norte del archipiélago este viernes, apenas unos días después de que el supertifón Ragasa dejara al menos diez personas fallecidas.

La Agencia Meteorológica de Filipinas (PAGASA) informó que varias zonas del norte de Luzón y de la región central de Visayas fueron colocadas en nivel de alerta dos —de una escala de cinco— debido a los fuertes vientos y lluvias que ya genera el ciclón, con ráfagas de hasta 135 kilómetros por hora. El sistema, conocido localmente como Opong, se localiza a unos 365 kilómetros al este del país.

Según el pronóstico oficial, Bualoi podría tocar tierra entre la mañana y la tarde del viernes en la región de Bicol, al sur de Luzón, para después internarse hacia el centro del territorio e impactar la capital, Manila, antes de dirigirse al sur de China.

Ante la amenaza, el palacio presidencial ordenó la suspensión de actividades en oficinas públicas y clases presenciales en varias provincias, entre ellas Sorsogon y Masbate.

La llegada de este nuevo ciclón ocurre en un contexto delicado: apenas el lunes, el supertifón Ragasa arrasó comunidades en el norte de Filipinas, provocando la muerte de al menos diez personas, 17 heridos y miles de desplazados.

Filipinas enfrenta cada año alrededor de 20 tormentas tropicales y tifones, la mayoría durante la temporada de lluvias que se extiende de junio a diciembre. La recurrencia de estos fenómenos ha reavivado la indignación social en torno a la corrupción en proyectos multimillonarios de infraestructura contra inundaciones, que en muchos casos resultaron inexistentes o mal ejecutados.