Rusia lanzó oleadas de drones y misiles balísticos contra múltiples objetivos en una amplia franja de Ucrania la madrugada del viernes, mató al menos a cuatro personas en la capital e hirió a unas 40 en todo el país.
Al amanecer, los residentes revolvían los escombros en los apartamentos dañados; las imágenes mostraban paredes enteras arrancadas y ventanas destrozadas. Varios coches aparcados en las calles estaban cubiertos de cristales y mampostería.
Sin embargo, el país se ha estado preparando para un importante ataque de represalia prometido por el presidente Vladimir Putin tras sus audaces incursiones en aeródromos en el interior de Rusia.
Cuatro personas murieron en Kyiv, según informó el alcalde Vitali Klitschko en Telegram la madrugada del viernes, hora local, y añadió que las operaciones de búsqueda y rescate continuaban.
Los servicios de emergencia ucranianos también informaron de la muerte de tres bomberos en Kyiv. Se desconoce si la cifra de muertos proporcionada por el alcalde incluía a los tres bomberos.
Los ataques también afectaron a Chernihiv, cerca de la frontera con Belarús, que fue sacudida por 14 explosiones de drones y misiles balísticos, incluyendo misiles de crucero y misiles Iskander-M, según Vyacheslav Chaus, jefe de la administración militar regional de Chernihiv.