La movilización del submarino ruso Bélgorod y el riesgo de que porte el arma nuclear Poseidón han hecho saltar las alarmas en medios y redes sociales por un posible ataque, pero lo cierto es que este torpedo, bautizado como el “arma del apocalipsis“, no estará operativo hasta 2027.

Así lo indican diversas informaciones y expertos consultados por EFE, que sostienen además que los recientes movimientos del submarino ruso podrían ser pruebas convencionales y no suponer una amenaza para Occidente.

La circulación de mensajes y publicaciones que advierten de la posibilidad de que el Kremlin utilice esta arma nuclear de nueva generación surgió a raíz de un artículo publicado recientemente por el diario italiano La Repubblica y citado por varios medios, en el que se afirmaba que la Alianza teme que el Bélgorod se hubiera sumergido en mares del Ártico para realizar pruebas del torpedo.

Otras publicaciones fueron más allá y sugirieron que el submarino habría estado implicado en las fugas de los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2.

OTAN no ve “ningún cambio en la postura nuclear de Rusia”

En realidad, el artículo de La Repubblica no afirma que el torpedo Poseidón esté listo para ser utilizado por el Ejército ruso y fuentes de la OTAN consultadas por EFE afirman que la Alianza “no ha observado ningún cambio en la postura nuclear de Rusia”.

De hecho, la información del diario italiano señalaba que la OTAN teme que la misión del Bélgorod en el Ártico sea “probar por primera vez” esta arma nuclear, si bien un informe del Servicio de Investigación del Congreso de EE.UU. (CRS) hecho público en abril ya advertía que desde 2016 el Kremlin había realizado pruebas con el Poseidón, pero el sistema “no podría desplegarse hasta 2027”.

También la agencia pública de noticias rusa TASS indicó el 12 de mayo de 2018 que el sistema Poseidón no se incluiría en el “programa estatal de armamento” ruso hasta 2027.

Esta agencia, que cita una fuente armamentística, informó de que el portador de esta ojiva sería un “nuevo submarino nuclear” que se estaba construyendo en un astillero de la ciudad rusa de Severodvinsk, donde se construyó el submarino Bélgorod.

Sobre esta cuestión, fuentes de la Alianza Atlántica aseguraron a EFE que esta organización “no ha observado ningún cambio en la postura nuclear de Rusia” y agregaron que “la OTAN y los Aliados permanecen vigilantes” al respecto.

“Submarino Bélgorod no está operativo para el combate”

El investigador Guillermo Pulido, experto en defensa internacional y editor de la revista Ejércitos, coincide en que el proyectil nuclear no está listo y precisa que ni siquiera el Bélgorod está “plenamente operativo para el combate”.

El Poseidón es un arma muy inmadura y por ahora es solamente un concepto”, mientras que “el Bélgorod está solamente haciendo pruebas en el mar, no preparándose para ejecutar un ataque contra la OTAN”, señala.

Con respecto al submarino, este analista señala que todavía pueden pasar años hasta que “esté listo para el combate”, pues fue entregado a la Armada rusa el pasado julio.

A cientos de kilómetros de los gasoductos Nord Stream

En contra de lo que sugieren varias publicaciones, imágenes tomadas por satélite ubican al submarino en el mar de Barents, en el Océano Ártico, mientras ocurrían los ataques contra los gasoductos Nord Stream en el Báltico, a cientos de kilómetros.

El portal especializado Naval News publicó dos fotografías que mostraban al submarino en la superficie y lo situaban al norte de Rusia los días 22 y 27 septiembre.

El analista HI Sutton, especialista en submarinos y en inteligencia de fuentes abiertas (OSINT), señaló en este medio que el hecho de que el Bélgorod estuviese en el mar de Barents en esas fechas hacía “imposible que haya estado en el Báltico en el momento de los ataques”.

Sutton señala además que sus movimientos se ajustan en líneas generales a lo que cabría esperar de un nuevo submarino, aunque no descarta que los movimientos del submarino se deban a “un lanzamiento de prueba del Poseidón”.

Putin avisa que defenderá Rusia “con todos los medios”

El torpedo nuclear Poseidón, conocido ya como “arma del apocalipsis”, debería dar con el objetivo “a una distancia de cientos de kilómetros” y dejaría las franjas costeras completamente “inhabitables durante décadas” a causa de las olas radiactivas, según la agencia rusa de noticias TASS.

La amenaza de un ataque nuclear ruso se hizo más patente después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, deslizara, en un discurso que pronunció el 21 de septiembre ante el avance de las tropas de Ucrania, la posibilidad de utilizar armas nucleares en esta guerra.

En su intervención, advirtió de que defendería a su país “con todos los medios” que estuvieran a su disposición, lo que presumiblemente incluye la fuerza nuclear. “Nuestro país también tiene varios medios de destrucción y, en algunos, componentes más modernos que los de los países de la OTAN”, zanjó.