El presidente ruso, Vladímir Putin, podrá ordenar al Ministerio de Defensa la creación de batallones de voluntarios, como los que combaten en Ucrania en el marco de la campaña militar desde hace varios meses, según una nueva ley aprobada hoy por la Duma o cámara de diputados.
Cualquier ciudadano ruso podrá formar parte de dichas unidades de voluntarios previa firma del correspondiente contrato, señala la iniciativa legal propuesta por el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, y los diputados del partido del Kremlin, Rusia Unida.
La ley precisa que esos voluntarios cumplirán con las misiones que les encarguen las Fuerzas Armadas en tiempo de guerra o ley marcial, durante el proceso de movilización, en caso de conflicto militar, operación antiterrorista o envío de tropas al exterior.
Además, establece el estatus de voluntario, los requisitos de ingreso y exclusión en los batallones, y las condiciones de pago y cobertura social.
Por su estatus, los voluntarios serán equiparados con los militares profesionales. Es lo justo, ellos también defienden a nuestro país”, explicó Volodin.
El Ministerio de Defensa es quien debe determinar la misión, plazo y lugar de cumplimiento, composición y número de integrantes de cada unidad
Las cláusulas incluidas en la nueva ley afectarán de manera retroactiva a los voluntarios que participan desde el 24 de febrero en la “operación militar especial” en Ucrania.
“El proyecto de ley es extremadamente importante y actual. A día de hoy, una gran cantidad de hombres participan voluntariamente en la operación militar especial. Son auténticos patriotas de nuestro país y merecen todo nuestro apoyo”, dijo a la prensa Andréi Kartapólov, jefe del comité de defensa de la Duma.
Ante la acuciante falta de hombres en las filas del Ejército ruso que combate en Ucrania, casi todas las regiones formaron unidades de voluntarios, según la prensa independiente, por orden del Kremlin.
Con todo, su participación apenas influyó en la situación sobre el terreno, al igual que ha ocurrido por el momento con la movilización de 300 mil reservistas ordenada por el presidente, Vladímir Putin.
Tanto voluntarios como movilizados se han quejado de la falta de equipos, la ausencia de instrucción militar y las malas condiciones de manutención.