El papa Francisco pidió hoy al resto de religiones “no dejarse contagiar de la lógica perversa de la guerra” e invocó el “derecho a la paz de todos”, en un acto con autoridades de otras confesiones en el Coliseo romano, en plena guerra de Ucrania.
El pontífice advirtió de un “escenario oscuro en el que los planes de los poderosos de la Tierra lamentablemente no dan respuesta a las justas aspiraciones de los pueblos”, aunque avisó de que “no cambia” el proyecto de “paz” que Dios reservó para la humanidad.
“La paz es un don suyo (…) que, sin embargo, debe ser acogido y cultivado por los hombres y mujeres, especialmente por nosotros, los creyentes. No dejemos contagiarnos de la lógica perversa de la guerra, no caigamos en la trampa del odio por el enemigo”, avisó el papa argentino ante otras autoridades religiosas.
Y agregó: “Pongamos de nuevo la paz en el centro de la visión del futuro como objetivo principal de nuestras actuaciones personales, sociales y políticas, a todos los niveles. Desactivemos los conflictos con el arma del diálogo”.
Francisco, en silla de ruedas a los pies del Coliseo, fue uno de los participantes en la clausura del foro “El grito de la paz” organizado por la Comunidad de Sant’Egidio, una asociación cristiana dedicada desde 1968 a la mediación en guerras de medio mundo.
El papa denunció que “hoy la paz es gravemente violada, herida y maltratada” en Europa, de la invasión rusa de Ucrania, a pesar de las dos guerras mundiales que el continente padeció el pasado siglo: “Desde entonces los conflictos no han dejado de ensangrentar y empobrecer la Tierra”, dijo.
Pero este es “un momento particularmente dramático” cuando “la paz es sofocada en tantas regiones del mundo, humillada por demasiadas violencias, negada incluso a niños y ancianos, a quienes no se evita los terribles dolores de la guerra”.
El grito de la paz viene a menudo silenciado, además de por la retórica bélica, también por la indiferencia”, insistió.
Francisco también lamentó que se vuelva ahora a amenazar “abiertamente” con el uso de armas atómicas pese a conocer sus consecuencias en Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Y, como hiciera Juan XXIII en 1962 en plena Guerra Fría, reclamó el “Ius Pacis”, el derecho a la paz, “para todos para resolver los conflictos sin violencia”.
El foro ha contado con distintas autoridades religiosas, como el presidente de los obispos italianos, el cardenal Matteo Zuppi, el rabino jefe de Francia, Haim Korsia, y el secretario de La Liga del Mundo Islámico, Abdula Kariim Al-Issa.
Al comienzo del acto, Francisco fue saludado por muchos de estos líderes religiosos, así como por la escritora Edith Bruck, superviviente del campo de exterminio nazi de Auschwitz.