El principal funcionario de educación de Oklahoma, Ryan Walters, ordenó que las escuelas públicas incorporen la Biblia en las lecciones de 5° al 12° grado, es decir, hasta el último año de bachillerato. Esta medida, impulsada por sectores conservadores, busca integrar la religión en el currículo escolar y ha desatado una ola de críticas.
¿Cuál es la medida ‘bíblica’ de Oklahoma?
Según un memorando que el superintendente Walters envió a todos los distritos escolares, las escuelas de Oklahoma deben incorporar la Biblia como parte de los programas de estudio. Las escuelas tienen instrucciones de hacer referencia a la Biblia y a los Diez Mandamientos por su “influencia sustancial en los fundadores de nuestra nación y los principios fundamentales de nuestra Constitución”.
La directiva, considerada por algunos como un abuso de poder y una violación de la Constitución de Estados Unidos, fue enviada a todos los distritos escolares del estado. Walters, superintendente estatal republicano, insistió en la obligatoriedad y urgencia de la medida.
“La Biblia es una referencia histórica y cultural esencial”, declaró. “Sin un conocimiento básico de ella, los estudiantes de Oklahoma no pueden entender adecuadamente los fundamentos de nuestra nación. Enseñaremos la Biblia en el aula para garantizar que esta comprensión histórica esté presente para cada estudiante en el estado de Oklahoma”.
Aunque la ley de Oklahoma ya permite el uso de Biblias en las aulas, no está claro si Walters tiene la autoridad para imponer esta enseñanza de manera obligatoria. La legislación estatal otorga a los distritos escolares la autoridad exclusiva sobre la instrucción y el currículo.
El Consejo de Relaciones Estadunidenses-Islámicas de Oklahoma criticó la directiva, calificándola de violación de la Cláusula de Establecimiento de la Constitución, que prohíbe al gobierno establecer una religión.
“Nos oponemos a cualquier requerimiento de enseñar religión por la fuerza en las escuelas públicas”, afirmó Adam Soltani, jefe de la sección de Oklahoma.
Rachel Laser, presidenta de Americans United for Separation of Church and State (Estadunidenses unidos por la separación de la Iglesia y el Estado), también condenó la medida, calificándola de nacionalismo cristiano y un abuso del poder público para imponer creencias religiosas. “Las escuelas públicas no son escuelas dominicales”, dijo.
Estados republicanos, enfocados en enseñar religión en las escuelas
Este mandato es parte de una serie de medidas en estados liderados por conservadores que buscan influir en el contenido educativo de las escuelas públicas. Por ejemplo, Louisiana ha exigido la exhibición de los Diez Mandamientos en las aulas, mientras que otros estados presionan para incluir la Biblia y restringir contenidos sobre raza, orientación sexual e identidad de género.
Walters, exprofesor de historia de secundaria en escuela pública y elegido al cargo en 2022, se ha destacado por su lucha contra lo que denomina “ideología consciente” y su campaña para prohibir ciertos libros en las bibliotecas escolares. Ha construido un perfil nacional durante su primer año y medio en el cargo como un firme defensor de la incorporación de las creencias y enseñanzas cristianas en la política educativa estatal.
Su enfoque en temas de la “batalla cultural”, incluidos los derechos de las personas transgénero, ha generado conflictos con líderes de ambos partidos y críticas por algunas de sus decisiones, como nombrar a un influenciador de redes sociales de derecha para un comité estatal de bibliotecas.
El gobernador republicano Kevin Stitt aprobó recientemente un paquete de regulaciones propuestas por Walters que incluía tiempo para la oración en las escuelas y ampliaba los “valores fundamentales” del Departamento de Educación del estado para reconocer a un “Creador” y la existencia del bien y del mal.
Pero Walters también ha recibido críticas. Stitt emitió una orden ejecutiva este mes que prohíbe a las agencias estatales firmar contratos de fuente única con empresas de marketing y relaciones públicas después de que Walters contratara a una empresa de relaciones públicas por 200 dólares la hora para que lo ayudara a obtener la atención de los medios nacionales.
La Corte Suprema del estado dictaminó esta semana que un contrato estatal para financiar una escuela autónoma católica violaba tanto la ley estatal como la federal y debía ser anulado. Habría sido la primera escuela autónoma religiosa del país. En un comunicado, Walters calificó la sentencia como una “discriminación sancionada contra los cristianos”. “Esta sentencia no puede ni debe mantenerse”, escribió.
El fiscal general del estado, Gentner Drummond, también republicano conservador, no estuvo de acuerdo.
“Esta decisión es una tremenda victoria para la libertad religiosa”, dijo en un comunicado. “Los redactores de la Constitución de Estados Unidos y los que redactaron la Constitución de Oklahoma entendieron claramente cuál era la mejor manera de proteger la libertad religiosa: impidiendo que el Estado patrocinara cualquier religión”.