Estados Unidos afirmó este lunes que México, Guatemala y Honduras acordaron reforzar su seguridad fronteriza, en medio de una oleada de migración irregular hacia territorio estadunidense, incluidas cifras récord de menores no acompañados.
La asistente especial sobre inmigración en el Consejo de Política Nacional de la Casa Blanca, Tyler Moran, dijo que los tres países habían convenido aumentar el patrullaje en zonas limítrofes.
Hemos alcanzado acuerdos para que pongan más tropas en su propia frontera. México, Honduras y Guatemala han acordado hacer esto”, afirmó la asesora del presidente Joe Biden a la cadena MSNBC.
Esto evitará que los traficantes de personas y los cárteles de la droga se aprovechen de la situación y también protegerá a los menores que viajan solos, explicó.
También señaló que el Gobierno de Biden trabaja con México “para garantizar que tengan los sistemas de refugio para atender a las familias y los niños”.
La portavoz de Biden, Jen Psaki, dijo en rueda de prensa que este “compromiso” para aumentar los controles surgió durante discusiones bilaterales recientes y “en curso desde hace tiempo”.
Dijo que México decidió mantener 10,000 tropas en su frontera sur, lo cual “resultó en el doble de interdicciones diarias de migrantes”, en tanto Guatemala envió 1,500 policías y militares a su frontera con Honduras, y Honduras desplegó 7,000 policías y militares.
El objetivo es hacer más difícil el viaje (de los migrantes) y hacer que cruzar las fronteras sea más difícil”, señaló Psaki.
Más de 172,000 inmigrantes indocumentados fueron detenidos en marzo en la frontera de Estados Unidos con México, un alza de 71% en un mes y el nivel más alto en 15 años.
A su vez, el número de menores no acompañados registró un aumento del 100% en un mes, a casi 19,000, según las últimas cifras oficiales.
Tyler Moran admitió la creciente migración irregular hacia la frontera sur, pero puntualizó que el 60% de las personas son rechazadas en cumplimiento de las medidas de salud pública para evitar la propagación de covid-19.
En cambio, todos los menores, que suman un 10% del total de los detenidos, son admitidos y el gobierno busca reunirlos con sus familiares en Estados Unidos.
Estamos tratando de trasladarlos de la manera más rápida y segura posible de los puestos de la patrulla fronteriza a instalaciones de servicios humanos y de salud y luego al cuidado de un familiar”, dijo.
Entre las razones que impulsan la migración irregular, Moran señaló la violencia en la región desde hace “bastante tiempo” e impactos ambientales y económicos, como los huracanes Eta e Iota en noviembre, que devastaron en particular a Honduras, y una sequía importante en Guatemala.
Este es un problema realmente complejo y existe desde hace mucho tiempo. Y por eso no vamos a arreglar las cosas de la noche a la mañana. Pero el presidente se está tomando esto muy, muy en serio”, afirmó Moran.