El presidente venezolano, Nicolás Maduro, arremetió nuevamente contra las plataformas digitales, a las que señaló de participar “activamente” en lo que calificó como una “guerra psicológica” en contra de su país. De acuerdo con el mandatario, aplicaciones como TikTok e Instagram forman parte de una estrategia internacional que busca, según él, desestabilizar a Venezuela.

Durante un encuentro con jóvenes simpatizantes del oficialismo, realizado  en Caracas, Maduro insistió en que las redes sociales son un campo de batalla que el chavismo debe “ganar”. Aseguró que la juventud venezolana ha desempeñado un papel clave en “defender la verdad del país” desde sus comunidades, escuelas y universidades.

“El mundo digital está siendo usado para manipular a nuestro pueblo, pero ustedes han dado grandes pasos para desmontar mentiras”, expresó el mandatario ante los asistentes.

Las declaraciones de Maduro se suman a la postura adoptada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en su último congreso, donde se instó a todos sus militantes a asumir una labor comunicacional activa. La organización sostuvo que la llamada “guerra cognitiva, comunicacional y psicológica” exige defender al país en escenarios internacionales y digitales.

Este discurso también ha sido reforzado por altos funcionarios del Gobierno. El lunes pasado, el ministro de Interior, Diosdado Cabello, aseguró que “cada venezolano con un teléfono es un reportero” en defensa de la nación, en medio de un clima político marcado por el despliegue militar estadounidense en el Caribe, considerado una amenaza por el oficialismo.

La confrontación del Gobierno venezolano con las plataformas digitales no es nueva. En agosto de 2024, Maduro ordenó suspender por diez días el acceso a la red X, propiedad de Elon Musk; sin embargo, el servicio continúa bloqueado hasta la fecha para los usuarios dentro del país.

La medida fue tomada en uno de los momentos más tensos tras las elecciones presidenciales de julio, cuya victoria oficial de Maduro fue rechazada por la oposición, que denunció fraude y defendió el triunfo del entonces candidato Edmundo González Urrutia, hoy exiliado en España.

Un año antes, el propio presidente ya había advertido sobre el “peligro” de las redes, a las que acusó de “envenenar la mente” de los jóvenes y pidió evaluar acciones para controlar su influencia.

Las nuevas acusaciones del mandatario ocurren en un contexto político y social marcado por descontento, sanciones internacionales y una economía debilitada. El Gobierno continúa reforzando su narrativa de resistencia ante lo que considera ataques externos, mientras restringe más el acceso a plataformas digitales y medios independientes.

Hasta el momento, las empresas tecnológicas mencionadas no han emitido postura sobre los señalamientos más recientes del Gobierno venezolano.