La primera importación de diésel por parte de Venezuela en seis meses llegó esta semana a bordo del tanquero Bueno, con casi 500 mil barriles del combustible, muy necesario para agricultores y camioneros en el país afectado por sanciones, según un documento y tres fuentes cercanas al acuerdo.
Aunque las sanciones de Estados Unidos permiten la importación de combustibles por parte de Venezuela bajo excepciones humanitarias, abogados consultados por Reuters dijeron que las empresas necesitan una autorización específica del Departamento del Tesoro estadounidense.
No quedó claro de inmediato quién proporcionó el combustible.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos no quiso hacer comentarios sobre el embarque. Un portavoz del Departamento de Estados de Estados Unidos dijo que la política de ese país sobre los intercambios por diésel relacionados con Venezuela no ha cambiado. “Aquellos que participen en tales transacciones permanecen bajo riesgo de exponerse a sanciones”, agregó.
En los últimos años, Venezuela se ha vuelto dependiente de la gasolina y el diésel importados para compensar la insuficiente producción nacional de combustibles por parte de la estatal PDVSA y con ello satisfacer la demanda.
Hasta el último trimestre de 2020, cuando funcionarios estadounidenses ordenaron a las empresas involucradas suspender el suministro de diésel, como parte de las sanciones destinadas a presionar la salida del cargo del presidente Nicolás Maduro, la mayoría de las importaciones del combustible llegaron como canjes por crudo con clientes de PDVSA.
Desde entonces, el diésel se ha convertido en el segundo combustible automotor racionado en Venezuela, además de la gasolina, lo que obliga a los conductores a hacer fila durante horas para llenar sus tanques, una tarea difícil para agricultores y empresas que usan camiones para la distribución.
Después de que el principal proveedor de diésel de Venezuela, Reliance Industries, de India, suspendió los envíos en 2020 a solicitud de Estados Unidos, algunos expertos y organizaciones no gubernamentales le han pedido a Washington que permita excepciones para el suministro de diésel para asegurar la distribución de medicamentos y alimentos y la generación de energía.
El Bueno, un tanquero con bandera de Yibuti, llegó el domingo cerca del puerto de Amuay, en el occidente de Venezuela.
Descargó allí el miércoles una primera parcela de diésel de alto contenido de azufre mediante una transferencia de barco a barco y se movió el jueves al puerto para descargar el remanente, que planea sea procesado en el Centro de Refinación Paraguaná, según un documento marítimo, una foto de la embarcación vista por Reuters y fuentes con conocimiento del despacho.
El cargamento fue inspeccionado el lunes por funcionarios de PDVSA, detalló una de las fuentes.
El barco partió de Fujairah en los Emiratos Árabes Unidos en abril y pasó el canal de Suez a principios de mayo antes de apagar su transmisor y señalar el puerto de Lomé en Togo como destino, según datos de Refinitiv Eikon.
PDVSA no respondió a una solicitud de comentarios. Expanse Ship Management, que tiene su sede en Turquía, que según la base de datos marítima Equasis opera y es dueña del tanquero desde abril, no pudo ser contactada para comentarios.
La escasez de diésel y otros combustibles como gasolina y gas para cocinar han agudizado desde 2020 la crisis humanitaria en que está sumido el país tras años de hiperinflación y recesión.
Cualquier negociación en Venezuela debe priorizar la atención a la emergencia humanitaria”, dijo el jueves en Twitter el economista Francisco Rodríguez, quien ha instado a Washington a autorizar el suministro de combustible a la nación.
Críticos y muchos productores agropecuarios afirman que las sanciones estadounidenses no son la principal causa de la escasez. La deteriorada red de refinación de PDVSA está operando a una fracción de su capacidad.
Poco después de que Venezuela recibió su último cargamento de diésel por intercambio en noviembre, el Ministerio de Agricultura comenzó a racionar el combustible.