El Frente de Acción Islámica (FAI), brazo político de los Hermanos Musulmanes y principal partido de la oposición en Jordania, resultó la formación política más votada en las elecciones legislativas del reino hachemita, según resultados oficiales divulgados este miércoles. El movimiento islamista obtuvo 31 de los 41 escaños reservados a los partidos políticos de un total de 138 curules del Parlamento, una institución con poderes limitados, precisó la comisión electoral de este país vecino de Israel y de Cisjordania ocupada.

La mayoría de escaños quedó como de costumbre en manos de líderes tribales, de empresarios y de exmilitares leales a la monarquía. Los islamistas tenían solo 10 escaños de los 130 de la legislatura saliente (y 16 en las elecciones de 2016). Los comicios fueron los primeros en Jordania desde la aprobación de una nueva ley en enero de 2022, que incrementó el número de escaños en el Parlamento de 130 a 138, aumentó el cupo reservado para mujeres y redujo la edad mínima de los candidatos.

Al menos 27 mujeres resultaron elegidas en estos comicios, marcados por una fuerte abstención, en un contexto de crisis económica y de guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.

“El pueblo jordano nos ha dado su confianza al votar por nosotros. Esta nueva fase aumentará la carga de responsabilidad del partido hacia la nación y nuestros ciudadanos”, dijo Wael al Saqqa, jefe del FAI.

La victoria islamista les ha permitido capturar un total de 31 escaños por primera vez desde que se revivió la vida parlamentaria en 1989 después de décadas de ley marcial, lo que les permitió emerger como el grupo político más grande en el parlamento..

“Las elecciones reflejan el deseo de cambio y los que votaron no eran necesariamente todos islamistas, sino que querían un cambio y estaban hartos de las viejas costumbres”, dijo Murad Adailah, líder de los Hermanos Musulmanes.

Los islamistas, la única oposición popular eficaz, elogiaron a las autoridades por no inmiscuirse en las elecciones. Adailah dijo que su victoria fue un “referéndum popular” que respalda su plataforma de apoyo al grupo militante palestino Hamas, sus aliados ideológicos y su demanda de eliminar el tratado de paz del país con Israel.

En un país donde el sentimiento antiisraelí es alto, han liderado algunas de las protestas más grandes de la región en apoyo a Hamás, lo que, según sus oponentes, les permitió aumentar su popularidad La elección representa un paso modesto en un proceso de democratización lanzado por el rey Abdullah mientras busca aislar a Jordania de los conflictos en sus fronteras y acelerar el lento ritmo de las reformas políticas.

Según la constitución de Jordania, la mayoría de los poderes aún recaen en el rey, que nombra gobiernos y puede disolver el parlamento. La asamblea puede obligar a un gabinete a dimitir mediante un voto de censura. El monarca espera que los partidos políticos nacientes bajo la nueva ley ayuden a allanar el camino para los gobiernos que surjan de mayorías parlamentarias.

La participación entre los 5.1 millones de votantes elegibles de Jordania en las elecciones del martes fue baja, del 32.25%, según mostraron las cifras oficiales iniciales, ligeramente superior al 29% de las últimas elecciones en 2020. A los Hermanos Musulmanes se les ha permitido operar en Jordania desde 1946, pero cayeron bajo sospecha después de la Primavera Árabe, en la que los islamistas se enfrentaron a las potencias establecidas en muchos países árabes.