El huracán Melissa ha dejado un saldo de al menos 32 personas muertas y miles de damnificados a su paso por el Caribe, tras azotar con fuerza países como Haití, Jamaica, Panamá, República Dominicana y Cuba, donde provocó graves daños materiales e interrupciones generalizadas en los servicios básicos.
De acuerdo con los reportes más recientes, Haití es la nación más golpeada, con 23 fallecidos, en su mayoría a causa de la crecida de ríos. Las lluvias torrenciales continúan afectando varias regiones, dejando más de 13 mil personas desplazadas, caminos destruidos y viviendas, escuelas e iglesias inundadas. En la localidad de Petit-Goâve, al menos 20 personas —diez de ellas menores de edad— murieron por el desbordamiento del río La Digue, mientras continúan las labores de búsqueda de desaparecidos.
En Jamaica, donde Melissa tocó tierra con categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, el panorama también es devastador. Cuatro personas perdieron la vida en la ciudad de Black River, en el suroeste del país, mientras miles de familias siguen incomunicadas por la caída de las redes telefónicas y eléctricas. Más de medio millón de habitantes permanecen sin luz, y los daños alcanzan viviendas, hospitales, templos y edificios históricos, entre ellos la Waterloo House, el primer lugar del mundo en contar con electricidad.
El primer ministro jamaiquino, Andrew Holness, declaró al país como “zona catastrófica” y aseguró que, tras sobrevolar las zonas más afectadas, “las imágenes de destrucción están por todas partes”.
En tanto, en Panamá, los efectos indirectos del fenómeno dejaron cuatro muertos —tres de ellos menores de edad— y más de 1,100 personas afectadas por las intensas lluvias. En República Dominicana, una persona falleció y más de un millón de habitantes se quedaron sin agua potable debido a los daños en múltiples acueductos.
El huracán, que impactó a Cuba con categoría 3, causó una madrugada de caos y destrucción en la región oriental de la isla. Millones de personas permanecen sin electricidad ni comunicación, con comunidades inundadas, viviendas colapsadas y cultivos anegados. Aunque no se han confirmado víctimas mortales, las autoridades admiten que aún no se tiene acceso a zonas rurales y montañosas gravemente afectadas.
El presidente Miguel Díaz-Canel reconoció “daños cuantiosos” en lo que calificó como “una noche muy compleja”. Entre las edificaciones dañadas se encuentra el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, uno de los sitios religiosos más emblemáticos de Cuba.
Historias como la de Eliécer, un habitante de El Cobre, reflejan el drama humano detrás del paso de Melissa. “La casa se movía como una maraca —contó—. Me acurruqué con mi gato y me despedí de mi perra, que se ahogó cuando el agua subió más de un metro”.
Ahora, Melissa se dirige hacia Bahamas, ya debilitado a categoría 2, pero aún con la capacidad de provocar marejadas ciclónicas peligrosas, fuertes lluvias y vientos intensos, según advirtió el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos. También se esperan condiciones de tormenta tropical en las Islas Turcas y Caicos durante la noche de este jueves.
 
			