La tragedia ocurrida en una torre de departamentos en Hong Kong, que ha dejado un saldo de 146 muertos, ha desatado una ola de indignación en la ciudad. Tras los devastadores incendios del jueves, las familias de las víctimas se han organizado para exigir justicia y respuestas, mientras las autoridades continúan con la búsqueda de más posibles víctimas. A pesar de que las operaciones de rescate concluyeron el viernes, las autoridades creen que aún podrían encontrarse más cuerpos en las zonas más afectadas del edificio.

El incendio, que se originó en los primeros pisos de la torre, rápidamente se extendió por todo el complejo residencial, atrapando a los residentes en sus apartamentos y en las áreas superiores del edificio. Según los testimonios de sobrevivientes, muchos de los inquilinos intentaron escapar a través de los tejados o ventanas, pero el fuego los obligó a retroceder, causando el trágico desenlace.

La policía ha confirmado que el trabajo de identificación de las víctimas y la recuperación de los cuerpos podría extenderse hasta por varias semanas debido a las complejas condiciones del edificio afectado. A pesar de la conclusión de la fase de rescate, los oficiales continúan buscando posibles sobrevivientes entre los escombros.

Las protestas en la ciudad han aumentado a medida que las familias y la sociedad en general exigen una investigación transparente sobre las causas del incendio y la posible negligencia en la seguridad del complejo. Grupos de ciudadanos se han reunido en las calles para pedir a las autoridades locales que asuman la responsabilidad de la tragedia y trabajen para prevenir futuros desastres.

Las autoridades de Hong Kong, por su parte, han prometido que se realizará una investigación exhaustiva sobre los hechos y que se aplicarán sanciones a los responsables. Además, se ha ofrecido ayuda a las familias de las víctimas, aunque las protestas por justicia continúan creciendo. Las autoridades han señalado que están trabajando en la mejora de las normativas de seguridad en edificios para evitar que algo similar vuelva a ocurrir.

Con el dolor y la conmoción aún presentes en Hong Kong, la tragedia se ha convertido en un recordatorio de la importancia de la seguridad en la vivienda y de la necesidad urgente de rendir cuentas en situaciones tan devastadoras. Las autoridades y la población continúan en su lucha por la justicia y la verdad, mientras los rastros del fuego aún marcan la ciudad.